Última actualización:
03/31/2023
Años publicados: 1989, 1992, 1996, 2000, 2002, 2007, 2009, 2018, 2023
NORD agradece a Chris Kosmidis MD, PhD, profesor titular de la Universidad de Manchester Hon. Consultor, Centro Nacional de Aspergilosis, Fundación NHS de la Universidad de Manchester, por su ayuda en la preparación de este informe en inglés. El informe en inglés fue traducido al español y modificado por Gioconda Alyea, médica genetista brasileira, el 15 de septiembre del 2023.
La aspergilosis es una infección causada por un moho (hongo) llamado Aspergillus, que vive en ambientes interiores y exteriores y se encuentra en todo el mundo.
Se han identificado más de 180 tipos diferentes de Aspergillus y se siguen identificando más. La mayoría de estos mohos son inofensivos. Sin embargo, algunos tipos pueden causar una variedad de enfermedades en humanos que van desde simples reacciones alérgicas hasta enfermedades invasivas potencialmente mortales.
En conjunto, este grupo de enfermedades se conoce como aspergilosis y se divide en tres categorías: alérgicas, crónicas e invasivas.
Dependiendo del órgano afectado y de los síntomas específicos, existen varias formas diferentes, incluida la aspergilosis broncopulmonar alérgica, la sinusitis alérgica por Aspergillus, la aspergilosis invasiva, la aspergilosis cutánea (piel) y la aspergilosis pulmonar crónica, que también tiene varias presentaciones diferentes.
La aspergilosis rara vez se desarrolla en personas sanas; la mayoría de las personas respiran esporas del Aspergillus todos los días sin ningún problema. Sin embargo, las personas con el sistema inmunitario debilitado o con enfermedades pulmonares están en mayor riesgo de contraer la aspergilosis.
La aspergilosis no es contagiosa y no se puede transmitir de una persona a otra.
Los síntomas de la aspergilosis varían según la forma específica del trastorno presente. Los pulmones suelen verse afectados. La aspergilosis puede presentarse como una reacción alérgica, un hallazgo aislado que afecta un área específica del cuerpo (por ejemplo, los pulmones, los senos nasales o los canales auditivos) o como una infección invasiva que se propaga y afecta varios tejidos u órganos del cuerpo.
ASPERGILOSIS BRONCOPULMONAR ALÉRGICA
Esta forma de aspergilosis suele ocurrir en personas con asma crónica o fibrosis quística, pero también se ha informado en pacientes con otra enfermedad pulmonar crónica, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Es una reacción alérgica a la inhalación de las esporas de los hongos. Estas esporas desencadenan una respuesta inadecuada del sistema inmunológico de una persona.
Los síntomas iniciales se parecen a los asociados con el asma mal controlada y generalmente incluyen:
También puede haber síntomas menos comunes como:
La afección generalmente no se propaga a otras áreas, pero puede causar complicaciones cuando el diagnóstico se retrasa o cuando la enfermedad no se trata lo suficiente, incluido el ensanchamiento crónico (dilatación) de los bronquios (bronquiectasias) o asma grave y persistente y pérdida de la función pulmonar.
Hay una afección parecida que se llama asma grave con sensibilización a hongos [SAFS]. Se caracteriza por asma grave mal controlada en presencia de alergia a Aspergillus u otros mohos, pero sin cumplir los criterios de aspergilosis broncopulmonar alérgica.
ASPERGILOSIS PULMONAR CRÓNICA
La aspergilosis pulmonar crónica se caracteriza por la cicatrización (fibrosis) dentro de los pulmones y la pérdida gradual de tejido pulmonar que provoca la formación de espacios vacíos (cavitación, o el ensanchamiento y crecimiento (expansión) de estos espacios. También hay un engrosamiento de las membranas alrededor de los pulmones (engrosamiento pleural). El término aspergilosis pulmonar crónica describe varios patrones distintos de enfermedad, que incluyen: aspergiloma, nódulo de Aspergillus, aspergilosis pulmonar cavitaria crónica, aspergilosis pulmonar fibrosante crónica y aspergilosis pulmonar invasiva subaguda. La aspergilosis pulmonar crónica puede reaparecer después del tratamiento.
ASPERGILOSIS INVASIVA
La aspergilosis invasiva es la forma más grave de aspergilosis y generalmente afecta a personas con sistemas inmunitarios debilitados o a quienes han recibido un trasplante de médula ósea u órgano sólido. Se caracteriza por una infección que comienza en los pulmones y que luego “viaja” rápidamente a través de los vasos de la sangre y afecta varios órganos del cuerpo, incluidos el cerebro, los riñones, el corazón y la piel.
Los síntomas específicos asociados con la aspergilosis invasiva varían según los órganos afectados y pueden incluir:
Pueden desarrollarse complicaciones graves que ponen en peligro la vida, como shock, delirio, hemorragia pulmonar masiva e inflamación de la tráquea y los bronquios (traqueobronquitis), que pueden causar obstrucción de las vías respiratorias. Puede ocurrir daños a otros órganos (por ejemplo, hígado o riñón). Si la infección se propaga al cerebro, pueden haber convulsiones, hemorragia intracraneal o inflamación de las membranas que rodean el cerebro (meningitis). Si el sistema nervioso central está afectado, puede haber un derrame cerebral.
Se ha demostrado que la aspergilosis invasiva afecta al 10% de las personas que ingresan en unidades de cuidados intensivos con infección grave por COVID-19 y puede ser una infección letal.
Formas adicionales de aspergilosis
La aspergilosis puede ocurrir como una infección aislada de áreas individuales como en las uñas (en el lecho ungueal), los ojos, la piel, los senos nasales o los canales auditivos de los oídos.
La aspergilosis es una infección por hongos causada por ciertos tipos de mohos llamados Aspergillus. Se encuentran en toda la naturaleza (ubicuos) y se pueden encontrar en el suelo y en la materia orgánica en descomposición, como la vegetación en descomposición. Se pueden encontrar en interiores, especialmente en conductos de calefacción o refrigeración o en aislamientos. Hay alrededor de 180 especies de Aspergillus, pero sólo se sabe que unas 40 están asociadas con enfermedades en humanos.
Aunque se encuentran comúnmente en la naturaleza, estos mohos normalmente no causan problemas. Todos inhalamos las esporas de moho a diario, pero las personas sanas pueden eliminarlas rápidamente de los pulmones. Sin embargo, en ciertas personas, como las personas con un sistema inmunológico debilitado o comprometido, las esporas pueden causar una infección grave e incluso potencialmente mortal. La mayoría de las personas desarrollan esta infección al respirar esporas de moho. Con menos frecuencia, la infección puede desarrollarse cuando las esporas ingresan al cuerpo a través de un corte o una herida abierta.
La aspergilosis broncopulmonar alérgica es más probable que ocurra en personas que tienen asma o fibrosis quística. Es más probable que se produzcan formas de aspergilosis pulmonar crónica en personas que han tenido una enfermedad pulmonar previa, como tuberculosis o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), o un trastorno que puede afectar los pulmones como la sarcoidosis. Además, las personas que se han sometido a una cirugía de pulmón en el pasado, por ejemplo, por neumotórax o cáncer de pulmón, también pueden desarrollar aspergilosis pulmonar crónica.
Es más probable que la aspergilosis invasiva ocurra en personas que tienen un sistema inmunológico debilitado, como las personas que tienen niveles bajos de neutrófilos (neutropenia), que son glóbulos blancos que ayudan a combatir las infecciones. También puede ocurrir en las personas que reciben antibióticos de amplio espectro, personas que reciben quimioterapia o personas que reciben medicamentos que suprimen la actividad del sistema inmunológico (fármacos inmunosupresores). Ciertos trastornos raros, como la enfermedad granulomatosa crónica, también pueden causar una función alterada de los neutrófilos y una susceptibilidad a Aspergillus.
Las personas que se han sometido recientemente a un trasplante de células madre hematopoyéticas (TCMH) tienen mayor riesgo de sufrir aspergilosis invasiva. Las células madre hematopoyéticas se encuentran en la médula ósea y son células que eventualmente crecen hasta convertirse en glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. Un trasplante implica eliminar la médula ósea existente y reemplazarla con médula ósea de un donante sano. Las personas afectadas deben tomar medicamentos inmunosupresores para ayudar a combatir el rechazo, pero esto puede dejarlas más susceptibles a infecciones, incluida la infección por Aspergillus. Las personas que reciben medicamentos inmunosupresores por otros motivos, como recibir un trasplante de órgano, también pueden correr riesgo de desarrollar esta infección.
Otras condiciones que pueden aumentar el riesgo de desarrollar aspergilosis incluyen personas en las últimas etapas del VIH/SIDA; el uso de equipo médico contaminado cerca o dentro de heridas abiertas; uso prolongado de corticosteroides, que son medicamentos antiinflamatorios muy potentes, y lesiones traumáticas, incluidas quemaduras u otras lesiones en la piel.
Algunos investigadores han observado que la genética puede desempeñar un papel en el desarrollo de la aspergilosis. Los investigadores piensan que hay ciertos genes que pueden hacer que algunas personas sean más propensas a desarrollar una infección por Aspergillus. A esto se le llama tener una “predisposición genética” a desarrollar una enfermedad. Esto no quiere decir que sea heredada.
Algunas investigaciones han indicado que los genes que tienen un papel en las funciones inmunes innatas pueden estar involucrados en el desarrollo de aspergilosis pulmonar crónica. está en algunas personas. También se han explorado los factores genéticos para la aspergilosis broncopulmonar alérgica y se cree que esta forma de infección es el resultado de varios factores (por ejemplo, genéticos, inmunológicos, ambientales) que ocurren juntos. Se están realizando investigaciones para determinar cuáles son los factores genéticos importantes para el desarrollo de diversas formas de aspergilosis.
Los investigadores han mapeado el genoma de algunos tipos específicos de Aspergillus. Un genoma es la composición genética completa de un organismo y los investigadores esperan que estos genomas los lleven a nuevas opciones de tratamiento y a una mejor comprensión de las diferencias entre las diferentes especies de Aspergillus.
La aspergilosis es una infección fúngica poco común. Se desconoce el número exacto de personas que desarrollan esta infección en los Estados Unidos porque no existe una vigilancia nacional de esta infección. Los casos leves pueden no ser diagnosticados. Según la literatura médica, la incidencia de aspergilosis está aumentando. La aspergilosis se ha informado en todo el mundo. Se estima que la aspergilosis broncopulmonar alérgica afecta entre 1 y 4 millones de personas en todo el mundo. Se estima que la aspergilosis pulmonar crónica afecta a unos 3 millones de personas en todo el mundo. La aspergilosis invasiva es poco común, ya que afecta a poblaciones de pacientes específicas. Muchas formas son raras. La aspergilosis puede afectar potencialmente a personas de cualquier edad.
El diagnóstico de aspergilosis se basa en la identificación de los síntomas característicos, una historia detallada del paciente, una evaluación clínica exhaustiva y una variedad de pruebas especializadas como broncoscopia con biopsia, radiografías, pruebas cutáneas de antígenos, cultivo de tejidos o análisis de sangre. Se debe sospechar aspergilosis broncopulmonar alérgica en personas con asma difícil de controlar o fibrosis quística.
Pruebas clínicas y diagnóstico
Cuando sea posible, los médicos tomarán muestras del tejido afectado y un médico especial llamado patólogo estudiará el tejido en busca de cambios causados por la enfermedad (histopatología). Esto puede mostrar la presencia de moho. Las muestras pueden incluir líquido del sistema respiratorio o mucosidad expulsada de los pulmones (esputo) si se sospecha una infección pulmonar. El líquido respiratorio se puede obtener mediante un procedimiento llamado lavado broncoalveolar o BAL. Durante el BAL, se desliza un tubo estrecho (broncoscopio) por la tráquea hasta los pulmones y se pasa una solución estéril a través del tubo para lavar las células. Este líquido se recoge y luego se retira el tubo, lo que permite estudiar las células.
También se puede realizar la extirpación quirúrgica (biopsia) del tejido pulmonar afectado. Para obtener una muestra de pulmón, los médicos pueden recomendar una broncoscopia o una biopsia con aguja percutánea. Durante una broncoscopia, un médico inserta un broncoscopio por la boca y lo baja por la garganta de la persona afectada para obtener una muestra de tejido para analizar (biopsia). Durante la biopsia con aguja percutánea, se pasa una aguja a través de la piel y se inserta directamente en está en algunas personas. Es posible que una biopsia no siempre sea factible debido al riesgo de complicaciones como sangrado.
Además del examen histopatológico, también se puede tomar una muestra de tejido y utilizarla para un cultivo de hongos. Un cultivo de hongos es un procedimiento en el que se toma una muestra de tejido afectado y se envía a un laboratorio lo que da tiempo a cualquier hongo u organismo similar descubierto en el tejido para que crezca. Esta prueba puede determinar la presencia y el tipo de infección por hongos. La ventaja de esta prueba es que nos permite saber qué medicamentos antimicóticos son activos contra la infección. Sin embargo, a veces los organismos fúngicos no logran crecer en un cultivo a pesar de la presencia de una infección. Por tanto, un resultado negativo en un cultivo de hongos no descarta la aspergilosis.
Se puede hacer una prueba cutánea del antígeno de Aspergillus para detectar aspergilosis broncopulmonar alérgica. Durante esta prueba, un médico inyectará una aguja en un área específica de la piel. Si la zona se inflama o irrita al cabo de 48-72 horas, la persona tiene una respuesta alérgica al hongo Aspergillus.
Un médico también puede realizar un análisis de sangre para determinar si hay anticuerpos contra la aspergilosis. Los anticuerpos, también conocidos como inmunoglobulinas, son proteínas especializadas producidas por el cuerpo para combatir microorganismos invasores, toxinas u otras sustancias extrañas. De esta forma, se puede utilizar un análisis de sangre (IgE específica de Aspergillus) si la prueba cutánea no está disponible. Si la prueba es positiva, entonces se requiere una prueba adicional (IgE total) para hacer el diagnóstico de aspergilosis broncopulmonar alérgica.
Los análisis de sangre también pueden revelar galactomanano o beta-d-glucano, que son sustancias que se encuentran en la pared celular de Aspergillus. Estas pruebas, llamadas ensayos, se pueden realizar en determinadas personas con riesgo de infección. La prueba de ensayo de galactomanano también se puede realizar en líquido obtenido de los pulmones (líquido BAL). Si cualquiera de estas pruebas es positiva se piensa que la persona tiene aspergilosis invasiva. Estas pruebas también pueden ser positivas para la aspergilosis pulmonar crónica, aunque una prueba de galactomanano en sangre por lo general es negativa para esta forma de aspergilosis. La prueba de beta-d-glucano también suele ser positiva en otras afecciones, por lo que no es muy específica para la aspergilosis.
Se toman radiografías de tórax para detectar hallazgos característicos, como la presencia de un aspergiloma en una cavidad pulmonar o la acumulación de hongos Aspergillus en los pulmones. Se pueden utilizar técnicas de imágenes más avanzadas, como la tomografía computarizada (TC), para determinar la ubicación exacta y el alcance de una infección. Una tomografía computarizada puede revelar un aspergiloma o hallazgos que sugieran aspergilosis broncopulmonar alérgica o aspergilosis invasiva. Durante la tomografía computarizada, se utilizan una computadora y rayos X para crear una película que muestra imágenes transversales de ciertas estructuras de tejido. Se puede realizar una tomografía computarizada de los pulmones, los senos nasales u otras áreas del cuerpo.
El tratamiento de la aspergilosis varía según el tipo específico de aspergilosis presente, la extensión de la infección, la salud general del individuo y otros factores. Las opciones de tratamiento incluyen conducta expectante, terapia con medicamentos y cirugía. Se utilizan los mismos tratamientos en niños que en adultos, sin embargo, existen algunas diferencias, incluso en la dosis de los medicamentos. Para algunos medicamentos, se desconoce la dosis estándar o más eficaz para los niños.
En personas con aspergiloma que no presentan síntomas, es posible que no sea necesaria ninguna terapia y se puede recomendar una actitud expectante. La espera vigilante significa que los médicos controlarán periódicamente a una persona asintomática para detectar si se desarrollan síntomas (por ejemplo, tos con sangre) o si la infección se propaga o empeora.
El tratamiento para la aspergilosis incluye medicamentos antimicóticos. Los medicamentos antimicóticos inhiben el crecimiento de los hongos y acaban con las infecciones por hongos y son esenciales para controlar la propagación de la infección. Se pueden usar los siguientes medicamentos:
El medicamento voriconazol (Vfend) , que ha sido aprobado por la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE. UU. (FDA) para el tratamiento de la aspergilosis invasiva. El voriconazol es un medicamento antimicótico común. Este medicamento también se puede utilizar para tratar otras formas de infección por Aspergillus.
El medicamento antimicótico isavuconazol (Cresemba) que también ha sido aprobado por la FDA para el tratamiento de la aspergilosis invasiva.
El medicamento antimicótico posaconazol (Noxafil) que ha sido aprobado por la FDA como tratamiento preventivo (profiláctico) contra las infecciones por hongos en personas con niveles bajos de glóbulos blancos llamados neutrófilos (neutropenia).
El medicamento anfotericina B un antimicótico, que viene en diferentes formulaciones, que incluyen desoxicolato de anfotericina B y anfotericina B liposomal (Ambisome).
El medicamento llamado caspofungina ha sido aprobado por la FDA para el tratamiento de la aspergilosis invasiva en personas que no mejoran con las terapias estándar o que no pueden tolerar la terapia estándar (esto se llama terapia de salvamento).
El medicamento antimicótico llamado itraconazol se puede usar en ciertos casos y aunque no se considera una terapia de primera línea para la aspergilosis invasiva, puede usarse en formas crónicas y alérgicas. A menudo se usa en personas sin infecciones graves. También se ha utilizado en personas que han sido tratadas por primera vez con anfotericina B y también se puede usar para el tratamiento de los aspergilomas, que muchas veces es difícil de tratar, aunque es posible que este medicamento no sea tan eficaz en personas inmunocomprometidas.
A veces, los médicos pueden recomendar una terapia combinada en la que se usan más de uno de estos medicamentos juntos; Esto suele hacerse cuando las personas afectadas se encuentran muy mal o no responden al tratamiento con un solo medicamento.
La embolización de la arteria bronquial es un procedimiento que se puede utilizar para tratar la tos con sangre crónica y severa (hemoptisis). Este procedimiento consiste en colocar un catéter a través de la piel hasta un vaso sanguíneo, generalmente en la ingle, hacerlo avanzar hasta las arterias bronquiales (arterias que transportan oxígeno a través de la sangre a los pulmones) y crear un coágulo artificial que restringe o detiene por completo el flujo de sangre. Desafortunadamente, este procedimiento no siempre es eficaz y el sangrado puede reaparecer.
La cirugía se puede utilizar para tratar ciertas complicaciones de la aspergilosis invasiva, incluida la hemoptisis masiva que no se resuelve después de la embolización de la arteria bronquial o una infección localizada que no responde a los medicamentos antimicóticos. Un aspergiloma simple también se puede extirpar quirúrgicamente. En algunos casos no se puede hacer la cirugía porque las personas tienen muchos problemas y la cirugía es de riesgo muy alto. También se puede recomendar que se haga la cirugía, a menudo junto con medicamentos antimicóticos, cuando los senos nasales, el sistema gastrointestinal o el corazón están infectados.
Puede ser necesaria una cirugía para extirpar el tejido infectado o muerto, la piel dañada y el tejido subcutáneo afectado. Esto se llama desbridamiento quirúrgico y, si la infección es importante, puede provocar cambios en la estructura o forma del área afectada. Las recomendaciones quirúrgicas específicas variarán según la ubicación exacta y el alcance de la infección.
La infección de los canales auditivos se puede tratar raspando el tejido infectado y aplicando gotas para los oídos que contengan medicamentos antimicóticos.
Las personas con aspergilosis broncopulmonar alérgica se tratan con corticosteroides orales como la prednisona (los esteroides inhalados no son efectivos). Los corticosteroides son medicamentos antiinflamatorios que suprimen la respuesta inadecuada del sistema inmunológico a la infección por Aspergillus. Algunas personas pueden recibir un medicamento antimicótico junto con corticosteroides como itraconazol. Las personas que también tienen asma requieren un tratamiento estándar para el asma.
La aspergilosis es una infección grave que, a veces, puede poner en peligro la vida a pesar del tratamiento. Muchos factores pueden influir en el tratamiento, incluida la afección subyacente asociada con la infección (por ejemplo, cáncer hematológico, neutropenia, etc.), la ubicación exacta y el alcance de la infección, cuánto tiempo transcurrió hasta que se realizó el diagnóstico adecuado y cuándo se inició el tratamiento, la edad de la persona afectada, su salud general y otros factores.
El sitio en la red de Clinical Trials, desarrollado por los Institutos Nacionales de la Salud, proporciona información sobre las investigaciones clínicas. Usted puede ver las investigaciones sobre esta enfermedad en el siguiente enlace: Clinicaltrials.gov. Use el término “aspergillosis” para ver los estudios disponibles. Recomendamos que comparta esta información con los médicos para que analicen los estudios y determinen la indicación de la participación en algún estudio. (en inglés)
Para obtener información sobre los ensayos clínicos en Europa, póngase en contacto con: Clinicaltrialsregister.eu
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Usted puede aprender más sobre esta enfermedad en los siguientes sitios en la red:
Las siguientes fuentes de información en inglés también pueden ser de utilidad:
Vea también nuestra página en inglés de NORD: Aspergillosis.
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