Última actualización:
May 07, 2018
Años publicados: 2018
NORD agradece profundamente a Michael Mallozzi, PhD, Ciencias Biomédicas Comparativas y de Animales, Universidad de Arizona, y la Fundación Gut Check, por su asistencia en la preparación de este informe en inglés. El informe en inglés fue tradujo al español y modificado por Gioconda Alyea, médica genetista brasileira, el 12 de septiembre del 2024.
La mionecrosis clostridial es una infección bacteriana grave, con potencial de ser mortal. Es causada por un pequeño número de especies de bacterias del género Clostridium. La mionecrosis clostridial se divide en dos formas principales:
La bacteria Clostridium septicum no es parte del microbiota normal del intestino humano. Se cree que las enfermedades asociadas causan una mala adaptación y desequilibrio (disbiosis) que permite que Clostridium septicum pueble el intestino. Las bacterias pueden existir en el sistema gastrointestinal, pero son controladas por el sistema inmunológico. En algunas personas inmunosuprimidas, la infección puede volverse peligrosa.
El término “mionecrosis clostridial” es usado cuando las infecciones clostridiales se propagan y dañan el tejido muscular profundo (“mio” se refiere al musculo y necrosis significa “destrucción”). Hay muchas complicaciones que pueden desarrollarse, incluyendo dolor, gangrena gaseosa (una condición en la que la producción y acumulación de gas en el tejido muscular conduce a la muerte del tejido [necrosis]), y sepsis, una infección grave de la sangre. Estas infecciones progresan rápidamente hasta causar shock tóxico y falla multiorgánica.
La mionecrosis clostridial es una emergencia médica de rápida progresión que puede ser fatal a pesar del tratamiento. El diagnóstico temprano y el tratamiento temprano adecuado son esenciales.
Las señales y los síntomas iniciales de la mionecrosis clostridial pueden incluir:
La mionecrosis clostridial también se puede llamar de “gangrena gaseosa” pues la infección clostridial produce toxinas en el cuerpo que generan gas. Este gas queda atrapado en el tejido muscular profundo, y destruye el tejido muscular (necrosis). Como la mionecrosis clostridial afecta inicialmente el tejido muscular profundo, la piel cerca de la infección puede no verse afectada al principio. Con el tiempo, otros síntomas pueden incluir:
La mionecrosis clostridial es causada por la infección con especies del género Clostridium. Los clostridios se encuentran en toda la naturaleza: en el suelo, sedimentos marinos, y en los tractos gastrointestinales de animales y humanos. Las dos especies más comunes responsables de la mionecrosis clostridial son Clostridium perfringens y Clostridium septicum. Estas bacterias producen toxinas que causan la ruptura prematura de ciertas células y dañan los vasos sanguíneos, promoviendo la formación de coágulos y la reducción de las contracciones del músculo cardíaco. Además, producen gas que se acumula en el tejido muscular profundo, causando necrosis.
La infección por Clostridium puede ocurrir en individuos que han sufrido trauma reciente o cirugía, lo que se conoce como la forma traumática o relacionada con heridas. Esta forma es causada más comúnmente por Clostridium perfringens, pero también puede ser provocada por otras especies como Clostridium histolyticum, Clostridium novyi, Clostridium bifermentans y Clostridium fallax. Una persona se expone a la bacteria a través de una herida abierta, pero las bacterias no se desarrollan a menos que el entorno de la herida sea favorable para su crecimiento. Estas bacterias no necesitan oxígeno para sobrevivir y, si la lesión limita el suministro de sangre, se crea un ambiente propicio para su propagación. Las bacterias se diseminan al tejido circundante, incluido el tejido muscular profundo.
La forma traumática de la mionecrosis clostridial está asociada con diversas condiciones traumáticas como heridas de bala o cuchillo, fracturas compuestas e inyecciones intramusculares. También puede estar relacionada con cirugías del tracto intestinal o biliar, o abortos. Las mujeres embarazadas que tienen retención de la placenta, ruptura prolongada de las membranas fetales, o que experimentan la muerte del feto (muerte fetal intrauterina), también pueden estar en riesgo.
La forma espontánea de la infección ocurre sin una vía de infección obvia y también se conoce como la forma no traumática o idiopática. Generalmente es causada por Clostridium septicum y se desarrolla en personas con un sistema inmunitario debilitado y cáncer de colon o recto. También puede aparecer en personas con cánceres de la sangre como leucemia, enfermedades inflamatorias del intestino, diverticulitis, trastornos linfoproliferativos, neutropenia cíclica o síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Las personas que han recibido radioterapia o han sido sometidas a cirugía gastrointestinal también pueden estar en riesgo. Se cree que la infección llega a la sangre a través de una lesión del estómago y del intestino, desde donde se disemina a otros tejidos, incluidos los músculos profundos. La bacteria Clostridium septicum no necesita estar en un ambiente bajo en oxígeno para crecer y propagarse, siendo más tolerante al oxígeno que la bacteria Clostridium perfringens.
Además, se ha reconocido un síndrome tóxico similar al shock asociado con la infección por Clostridium sordellii, especialmente en personas que se inyectan heroína negra y en mujeres durante el parto o que se hacen procedimientos ginecológicos, como abortos inducidos médicamente.
La mionecrosis clostridial es una infección rara. Aproximadamente 1 de cada 1,000 a 3,000 personas es diagnosticada cada año en los Estados Unidos. La mayoría de los individuos afectados son adultos, aunque las infecciones pueden ocurrir a cualquier edad, incluidos los niños. Alrededor del 80% de estas infecciones son de tipo traumático, y, de estas, como el 70% son causadas por Clostridium perfringens.
El diagnóstico de la mionecrosis clostridial se basa en la identificación de síntomas característicos, en el historial médico y una evaluación clínica detallada y una variedad de pruebas especializadas, incluyendo un cultivo positivo de una muestra de la persona afectada.
Ciertas señales pueden apoyar el diagnóstico de mionecrosis clostridial traumática, como el dolor en el sitio de una herida o cirugía, signos de toxicidad sistémica o gas en los tejidos blandos, como un sonido crepitante bajo la piel (crepitación). La mionecrosis clostridial espontánea puede sospecharse en las personas con un inicio rápido de dolor y fiebre, particularmente en brazos o piernas, sin haber sufrido un trauma. La forma traumática es más fácil de diagnosticar.
Los análisis de sangre pueden mostrar hallazgos indicativos de mionecrosis clostridial, como niveles elevados de aldolasa, potasio, lactato deshidrogenasa y creatina fosfoquinasa, lo que sugiere daño muscular. Los niveles de glóbulos blancos pueden ser bajos y, a veces, se observa anemia (bajo nivel de glóbulos rojos).
Las radiografías pueden revelar pequeñas burbujas de gas en los tejidos blandos y la piel afectados. Técnicas de imagen especializadas como la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) pueden mostrar gas fuera del tracto gastrointestinal (gas extraluminal). Ambas técnicas se usan para determinar si la infección está localizada o se ha diseminado a otras áreas del cuerpo.
Un examen microscópico de una muestra del área infectada, llamado tinción de Gram, puede revelar bacterias en forma de bastones (bacterias grampositivas). La prueba rápida de tinción, junto con la observación microscópica, puede ofrecer pistas tempranas sobre la causa de la infección.
En las personas con mionecrosis clostridial, la tinción de Gram del exudado de la herida puede revelar bacilos grampositivos (bacterias en forma de bastón) y la ausencia de células polimorfonucleares, que son células inflamatorias normalmente presentes en el lugar de las lesiones en el cuerpo. Se cree que las toxinas producidas por algunas especies de Clostridium inhiben la llegada de estas células al tejido infectado.
Los hemocultivos, que son pruebas para detectar y clasificar bacterias presentes en la sangre, pueden ser útiles para diagnosticar mionecrosis clostridial espontánea y la infección por Clostridium septicum. La presencia de bacterias en la sangre generalmente sucede antes de los signos en la piel por varias horas.
También se puede hacer una cirugía exploratoria de la herida para ver si hay hallazgos característicos, como músculos que no sangran ni se contraen al ser estimulados, hinchazón y decoloración. También puede tomarse una muestra de tejido para estudiarla bajo el microscopio (biopsia), lo que podría revelar cambios característicos en el tejido muscular.
La mionecrosis clostridial, comúnmente llamada gangrena gaseosa, es una infección de rápida progresión y potencialmente mortal. El tratamiento inmediato es crucial para la supervivencia, ya que la infección puede diseminarse rápidamente por el cuerpo. Un diagnóstico temprano y una intervención rápida son esenciales, comenzando con una consulta quirúrgica y terapia con antibióticos.
El tratamiento puede requerir la intervención de muchos especialistas, como un especialista en enfermedades infecciosas, un dermatólogo, cirujanos generales o de trauma, cirujanos plásticos, trabajadores sociales y otros profesionales de la salud que puedan planificar de manera integral el tratamiento. El apoyo psicosocial para la familia también es fundamental.
Los tratamientos posibles incluyen:
El sitio en la red de Clinical Trials, desarrollado por los Institutos Nacionales de la Salud, proporciona información sobre las investigaciones clínicas. Usted puede ver las investigaciones sobre esta condición en el Clinicaltrials.gov. Use el término “Clostridial Myonecrosis” o “gas gangrene” para ver los estudios disponibles. Recomendamos que comparta esta información con los médicos para que analicen los estudios y determinen la indicación de la participación en algún estudio. (en inglés)
Para obtener información sobre los ensayos clínicos en Europa, póngase en contacto con: Clinicaltrialsregister.eu
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Usted puede aprender más sobre esta enfermedad en los siguientes sitios en la red:
Note que esta información puede ser bastante técnica por lo que recomendamos que la comparta con un profesional de la salud.
En español:
Las siguientes fuentes de información en inglés también pueden ser de utilidad:
Vea también nuestra página en inglés de NORD: Clostridial myonecrosis.
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