Última actualización:
June 11, 2020
Años publicados: 1990, 1993, 1996, 2001, 2002, 2014, 2017, 2020
NORD agradece a Todor Arsov, MD, PhD y Wendy K. Chung, MD, PhD, Departamento de Pediatría de la Universidad de Columbia, por su ayuda en la preparación de este informe en inglés. El informe en inglés fue traducido al español y modificado por Gioconda Alyea, médica genetista brasileira, el 15 de julio del 2024.
La miofibromatosis infantil es un trastorno poco común caracterizado por el crecimiento de uno o más tumores no cancerosos (benignos) que afectan la piel, los huesos, los músculos, los tejidos blandos y, raramente, los órganos internos (vísceras). La gravedad y los síntomas específicos, incluida la localización específica y la cantidad de tumores, pueden variar mucho de una persona a otra.
Estos tumores no se diseminan (no hacen metástasis), pero pueden crecer lo suficiente como para causar síntomas al comprimir o dañar órganos cercanos u otras partes del cuerpo. La mayoría de los casos comienzan en bebés o niños pequeños, pero en la literatura médica también se han descrito casos de inicio en adultos.
La mayoría de los casos de miofibromatosis infantil ocurren de forma aleatoria, sin motivo aparente. Se han identificado casos familiares raros (en los que más de un miembro de la familia está afectado). En la mayoría de estos casos familiares se ha descubierto que los cambios genéticos (mutaciones o variantes patogénicas) en dos genes diferentes (PDGFRB y NOTCH3) causan esta enfermedad.
El tratamiento depende de la localización de las lesiones. En muchos casos hay regresión espontánea. Sin embargo, en algunos casos los tumores vuelven a aparecer (recurren). La cirugía es la principal opción de tratamiento.
Introducción
La miofibromatosis infantil fue descrita por primera vez como una entidad distinta en la literatura médica. Inicialmente, se denominó fibromatosis generalizada congénita. Se informaron casos adicionales en la literatura médica bajo una variedad de nombres que incluyen fibromatosis congénita múltiple, hamartomas múltiples, leiomiomatosis vascular múltiple del recién nacido y fibromatosis congénita múltiple.
Más del 90% de los casos de miofibromatosis juvenil comienzan en los bebés o niños pequeños, aunque puede presentarse por primera vez más tarde en la infancia o, con menos frecuencia, en los adultos. Los tumores pueden continuar desarrollándose durante toda la vida de una persona.
Los síntomas específicos de la miofibromatosis infantil son muy variados y la gravedad puede variar. Algunos bebés tienen una enfermedad leve que se resuelve por sí sola sin tratamiento (regresión espontánea). Otros desarrollan una enfermedad extensa que afecta los órganos internos y puede causar complicaciones que pueden ser mortales si no se trata.
Por lo tanto, es importante tener en cuenta que es posible que las personas afectadas no presenten todos los síntomas que se analizan a continuación y que cada caso individual es único. Los padres deben hablar con el médico y el equipo médico de su hijo sobre su caso específico, los síntomas asociados y el pronóstico general.
Las señales y síntomas pueden incluir:
Aunque los tumores que caracterizan la miofibromatosis infantil no se diseminan (hacen metástasis), pueden crecer lo suficiente como para dañar o comprimir estructuras cercanas en el cuerpo. De esta forma, puede haber dolor si los tumores presionan los nervios adyacentes. En algunos casos, el crecimiento del tumor también puede causar destrucción ósea, desfiguración e incluso, puede interferir con la vida diaria.
La miofibromatosis infantil a veces se divide en tipos separados, solitaria, multicéntrica y multicéntrica con afectación visceral.
Se cree que la mayoría de los casos de miofibromatosis infantil ocurren de forma espontánea y sin antecedentes familiares conocidos del trastorno. En estos casos, se desconoce la causa subyacente.
Se han identificado casos raros de miofibromatosis que son hereditarios y, en algunos de estos casos, se han identificado mutaciones en dos genes como causantes del trastorno.
Estos genes son el gen del receptor beta del factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGFRB) y el gen de la proteína 3 homóloga de muesca del locus neurogénico (NOTCH3).
Los genes proporcionan instrucciones para crear proteínas que desempeñan un papel fundamental en muchas funciones del cuerpo. Cuando ocurre una mutación de un gen, el producto proteico puede ser defectuoso, ineficiente o ausente. Dependiendo de las funciones de la proteína en particular, esto puede afectar al cuerpo.
Herencia
La miofibromatosis infantil causada por mutaciones en el gen PGDFRB se hereda de forma autosómica dominante. Los trastornos genéticos dominantes ocurren cuando solo es necesaria una única copia del gen mutado para que se manifieste la enfermedad. La enfermedad que causa el cambio genético puede heredarse de cualquiera de los padres o puede ocurrir de nuevo (de novo) en la persona afectada sin haber sido heredada.
Las pruebas genéticas del niño y de ambos padres pueden diferenciar estas dos posibilidades. El riesgo de transmitir el cambio genético de una persona que porta la mutación a un niño es del 50% (o 1 de cada 2) por cada embarazo, independientemente del sexo del niño. En los casos que ocurren de novo en los que el cambio genético no se heredó de la madre o del padre, existe una probabilidad muy baja de que los padres tengan otro hijo o hija afectados.
Las formas autosómicas dominantes de miofibromatosis infantil pueden manifestarse de manera ligeramente diferente en diferentes miembros de la familia que portan la misma mutación. No todos los miembros de la familia tendrán miofibromas exactamente en el mismo lugar ni exactamente a la misma edad.
Se han descrito mutaciones en el gen NOTCH3 en una familia con miofibromatosis y en este caso se cree que la herencia es autosómica recesiva. Los trastornos genéticos recesivos ocurren cuando un individuo hereda 2 mutaciones en el mismo gen, una de cada padre. Si una persona es portadora de una mutación en una de las dos copias del gen correspondiente, es portadora y generalmente no manifiesta síntomas de la afección. El riesgo de que dos padres portadores transmitan la mutación y tengan un hijo afectado es del 25% por cada embarazo, independientemente del sexo del niño.
Se desconoce la incidencia exacta, pero se estima que oscila entre 1 entre 150.000 y 400.000 nacidos vivos, reportada en diferentes grupos étnicos y geográficos. Debido a que los casos de esta rara afección pueden no diagnosticarse o diagnosticarse erróneamente, es difícil determinar la frecuencia real en la población general. Aunque es poco común, la miofibromatosis infantil es el tumor de tejido fibroso más común en la infancia y la primera infancia.
La miofibromatosis infantil afecta a hombres y mujeres por igual. Algunos informes han señalado que los hombres se ven afectados con mayor frecuencia por la forma solitaria y las mujeres se ven afectadas con mayor frecuencia por las formas multicéntricas.
El diagnóstico de miofibromatosis infantil se basa en el examen microscópico del tejido en una persona con síntomas característicos y examen físico.
Los estudios de imágenes que incluyen ultrasonido y resonancia magnética se utilizan con mayor frecuencia para visualizar la extensión de los tumores, la progresión de los tumores y para diagnosticar la recurrencia de un tumor. Se pueden utilizar imágenes también para ayudar en los procedimientos quirúrgicos.
Un diagnóstico definitivo de miofibromatosis infantil requiere la extirpación del tumor y un examen microscópico (patológico) del tejido afectado. La detección de las características únicas del tejido afectado distingue la miofibromatosis infantil de otros tumores o masas que parecen similares por los síntomas y por los estudios de imágenes.
Las pruebas genéticas moleculares (pruebas de ADN) a partir de una muestra de sangre pueden confirmar una causa genética de la miofibromatosis infantil en algunos casos al detectar mutaciones en genes específicos que se sabe que causan el trastorno, como PDGFRB y NOTCH3. Establecer un diagnóstico genético ayuda al proceso de asesoramiento genético al permitir realizar pruebas a otros miembros de la familia e informar el riesgo de recurrencia para embarazos futuros.
El tratamiento de la miofibromatosis infantil se dirige a los síntomas específicos de cada persona afectada. Las personas afectadas pueden necesitar ser atendidas por un equipo de especialistas, que puede incluir pediatras, ortopedistas, dermatólogos y otros profesionales de la salud que necesitan trabajar juntos para planificar el tratamiento de un niño.
Se recomienda asesoramiento genético a las familias. También es fundamental el apoyo psicosocial a toda la familia.
No existen protocolos o pautas de tratamiento estandarizados para las personas afectadas. Debido a la rareza de la enfermedad, no se han realizado ensayos de tratamiento en un grupo grande de pacientes. En la literatura médica se han informado diversos tratamientos en informes de casos únicos o pequeñas series de pacientes. Los ensayos clínicos de tratamiento serían muy útiles para determinar la seguridad y eficacia a largo plazo de medicamentos y tratamientos específicos para personas con miofibromatosis infantil.
Los procedimientos y los tratamientos específicos pueden variar, según el tamaño, el número y la ubicación de las lesiones y los síntomas. Las decisiones relativas al tratamiento deben ser tomadas por los médicos y otros miembros del equipo de atención médica en consulta cuidadosa con el paciente en función de las características específicas de su caso, una discusión detallada de los posibles beneficios y riesgos, incluidos los posibles efectos secundarios y efectos a largo plazo, las preferencias del paciente y otros factores apropiados.
En muchos casos, las lesiones de miofibromatosis infantil desaparecen por sí solas sin tratamiento (tienen una remisión espontánea). En estos casos los médicos pueden optar por no hacer un tratamiento, sino que solamente hacer una espera y observar sin hacerse un tratamiento con medicamentos hasta que se produzca la progresión de la enfermedad. Por lo general esto se hace en los casos en que no hay ninguna afectación sistémica.
Esto permite que algunas personas eviten someterse a cirugía u otras opciones de tratamiento durante muchos años o por completo en casos en que haya una eventual remisión espontánea, o sea, en casos en que la enfermedad se cura por si sola.
La principal opción de tratamiento para personas con miofibromatosis infantil es la cirugía, que se realiza para prevenir complicaciones o mejorar el pronóstico. La extirpación quirúrgica de las lesiones se indica en los casos en los que hay afectación de órganos internos (vísceras), lesiones sintomáticas o lesiones que presentan una amenaza inmediata por su ubicación cerca de órganos vitales y/o si han mostrado progresión. En aproximadamente el 10% de los casos, las lesiones pueden reaparecer después de la cirugía.
La quimioterapia se puede utilizar para tratar casos en los que hay afectación de los órganos internos y la cirugía no tuvo éxito (es decir, las lesiones recurren) o cuando la cirugía no es posible (cuando la lesión es irresecable) debido a la ubicación de las lesiones (por ejemplo, demasiado cerca de un órgano vital).
Se han reportados casos de niños afectados que han mejorado con el tratamiento hecho con una combinación de los medicamentos metotrexato y vinblastina. En otros casos, también se ha utilizado con éxito el medicamento llamado interferón alfa o una combinación de vincristina, actinomicina D y ciclofosfamida, pero puede reservarse para personas con progresión rápida de los síntomas.
El sitio en la red de Clinical Trials, desarrollado por los Institutos Nacionales de la Salud, proporciona información sobre las investigaciones clínicas. Usted puede ver las investigaciones sobre esta condición en el siguiente enlace: Clinicaltrials.gov. Use el término “Infantile myofibromatosis” para ver los estudios disponibles. Recomendamos que comparta esta información con los médicos para que analicen los estudios y determinen la indicación de la participación en algún estudio. (en inglés)
Para obtener información sobre los ensayos clínicos en Europa, póngase en contacto con: Clinicaltrialsregister.eu
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Usted puede aprender más sobre esta enfermedad en los siguientes sitios en la red:
Las siguientes fuentes de información en inglés también pueden ser de utilidad:
Vea también nuestra página en inglés de NORD: Infantile myofibromatosis.
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