Última actualización: 8/4/2023
Años publicados: 1988, 1989, 1995, 2003, 2007, 2008, 2012, 2015, 2018, 2023
NORD agradece a Christopher A. Ours, MD, médico investigador asistente, Centro de Investigación de Precisión en Salud (Center for Precision Health Research), Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano, Institutos Nacionales de Salud, por su ayuda en la preparación de este informe en inglés. El informe en inglés fue traducido al español y modificado por Gioconda Alyea, médica brasileira, el 26 de septiembre del 2023.
El síndrome de Proteus es una enfermedad poco común caracterizada por un crecimiento excesivo de una parte o porción del cuerpo.
Las personas afectadas pueden tener muchas complicaciones diferentes que pueden incluir malformaciones esqueléticas progresivas, tumores benignos y malignos, malformaciones de los vasos sanguíneos (malformaciones vasculares), enfermedad pulmonar quística y ciertas lesiones cutáneas. En algunas personas, pueden desarrollarse afecciones muy severas relacionadas con una coagulación sanguínea anormal, como trombosis venosa profunda y embolia pulmonar.
El síndrome de Proteus es causado por una variante patogénica del gen llamado AKT1, que esta presente solamente en algunas células del cuerpo (en mosaico). Como consecuencia, el crecimiento excesivo desproporcionado y asimétrico se produce en un patrón de mosaico (es decir, un patrón aleatorio «irregular» de áreas afectadas y no afectadas).
El síndrome de Proteus se informó por primera vez en la literatura médica en 1979.
El síndrome de Proteus puede afectar huesos y tejido conectivo, tejidos grasos, piel, sistema nervioso central y órganos internos (vísceras). Los huesos, el tejido conectivo y la grasa son los tejidos del cuerpo más comúnmente afectados. Los síntomas específicos y la gravedad varían mucho de persona a persona. Algunas personas pueden presentar sólo unos pocos síntomas leves del síndrome de Proteus, lo que dificulta el diagnóstico.
La mayoría de las personas afectadas nacen sin síntomas perceptibles. Algunos pacientes pueden tener un crecimiento cerebral excesivo al nacer. El crecimiento excesivo suele comenzar entre los 6 y los 18 meses.
Las señales y los síntomas pueden incluir:
Los hallazgos menos comunes en el síndrome de Proteus incluyen:
El síndrome de Proteus es causado por una mutación en un gen regulador del crecimiento llamado AKT1 que ocurre después de la fertilización en las células del cuerpo (mutación somática). Las personas afectadas tienen algunas células con una copia normal de este gen regulador y algunas células con el gen anormal (mosaico). La variabilidad de los síntomas asociados con el síndrome de Proteus se debe en parte a la proporción de células con y sin la variante genética. Los investigadores creen que esta mutación somática ocurre de forma aleatoria sin motivo aparente (esporádicamente). Cuando todas las células tienen la variante del gen AKT1, la condición no es compatible con la vida.
Algunos investigadores han atribuido un subconjunto de personas con síndrome de Proteus a variantes en el gen PTEN ubicado en el cromosoma 10. Esto ha generado confusión en las personas afectadas. Otros investigadores creen que estos pacientes, aunque similares al síndrome de Proteus en algunos aspectos, no cumplen los criterios diagnósticos específicos. Este es llamado síndrome similar a Proteus y representa un trastorno diferente y distinto. No se ha confirmado ningún paciente con síndrome de Proteus que tenga una variante del gen PTEN.
Herencia
El síndrome de Proteus no se hereda.
El síndrome de Proteus es un trastorno extremadamente raro. En la literatura médica se han informado aproximadamente 200 pacientes. Sin embargo, investigadores con amplia experiencia en el síndrome de Proteus revisaron estos informes y determinaron que poco menos de 100 cumplían con los estrictos criterios de diagnóstico del síndrome de Proteus.
Parece afectar a personas de todos los grupos étnicos y raciales y afecta ligeramente más a los hombres que a las mujeres.
Debido a que el diagnóstico del síndrome de Proteus es difícil, es posible que algunas personas no sean diagnosticadas, mientras que a otras se les puede diagnosticar incorrectamente el síndrome de Proteus cuando, en cambio, tienen una afección diferente. Por tanto, es extremadamente difícil determinar la verdadera frecuencia de este trastorno en la población general.
El diagnóstico del síndrome de Proteus se realiza utilizando criterios de diagnóstico clínico publicados y pruebas moleculares.
Hay tres características generales que deben estar presentes para que los médicos consideren un diagnóstico del síndrome de Proteus:
El diagnóstico de síndrome de Proteus requiere la presencia de las tres características generales y una característica de la Categoría A, o dos características de la Categoría B o tres características de la Categoría C:
Categoría A:
Categoría B:
Categoría C
Sin embargo, confirmar un diagnóstico de síndrome de Proteus puede ser muy difícil y la interpretación de los criterios de diagnóstico clínico es controvertida.
La identificación de la variante genética causante en AKT1 puede permitir el diagnóstico molecular, aunque esto también puede resultar un desafío pues el cambio genético, no está presente en las células de la sangre y, por lo tanto, se deben realizar pruebas de ADN en biopsias del tejido afectado, generalmente la piel.
Otras técnicas de diagnóstico que se pueden utilizar en una evaluación incluyen radiografías simples (radiografía), tomografía computarizada (TC) para detectar lesiones en el cráneo o quistes pulmonares e imágenes por resonancia magnética (IRM) del cerebro, abdomen, pelvis y extremidades. El ultrasonido se usa para detectar masas en el escroto o en los ovarios y puede usarse para evaluar trombosis venosas profundas.
El tratamiento de Proteus está dirigido a los síntomas específicos de cada individuo. Por lo general, son necesarios múltiples procedimientos ortopédicos para intentar controlar el rápido crecimiento excesivo asociado con el síndrome de Proteus. La cirugía puede ser necesaria cuando el crecimiento excesivo interfiere con la función articular o causa escoliosis o deformidades angulares. Puede estar indicada una cirugía para reducir los tejidos o partes del cuerpo demasiado crecidos. La epifisiodesis (extirpación o ablación de las placas de crecimiento de los huesos) puede ser especialmente útil para prevenir o tratar el crecimiento excesivo del esqueleto en el síndrome de Proteus.
La cirugía puede aumentar el riesgo de desarrollar un coágulo de sangre. Al someterse a una cirugía, se recomienda una estrecha vigilancia de los coágulos de sangre y la consideración de anticoagulantes para prevenir los coágulos de sangre (profilaxis antitrombótica).
No existe ningún tratamiento con medicamentos aprobado para el síndrome de Proteus. Sin embargo, existen ensayos clínicos para determinar si los inhibidores de AKT pueden retrasar o retardar el crecimiento excesivo.
Se recomienda el asesoramiento genético a las personas afectadas y sus familias. Otros tratamientos son sintomáticos y de apoyo.
El sitio en la red de Clinical Trials, desarrollado por los Institutos Nacionales de la Salud, proporciona información sobre las investigaciones clínicas. Usted puede ver las investigaciones sobre el síndrome de Proteus en el siguiente enlace: Clinicaltrials.gov. Use el término “Proteus syndrome” para ver los estudios disponibles. Recomendamos que comparta esta información con los médicos para que analicen los estudios y determinen la indicación de la participación en algún estudio. (en inglés)
Para obtener información sobre los ensayos clínicos en Europa, póngase en contacto con: Clinicaltrialsregister.eu.
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Usted puede aprender más sobre esta enfermedad en los siguientes sitios en la red:
Las siguientes fuentes de información en inglés también pueden ser de utilidad:
Vea también nuestra página en inglés de NORD: Proteus syndrome.
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