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Tularemia

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Última actualización: October 04, 2019
Años publicados: 2005, 2009, 2013, 2016, 2019


Reconocimiento

NORD agradece a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, División de Enfermedades Transmitidas por Vectores, por su ayuda en la preparación de este informe en inglés. El informe en inglés fue traducido al español y modificado por Gioconda Alyea, médica genetista brasileira, el 15 de julio del 2024.


Resumen

La tularemia es causada por una infección con la bacteria Francisella tularensis, que se encuentra en pequeños mamíferos como roedores y conejos, y en artrópodos, como las garrapatas.

La bacteria que causa la tularemia se transmite con mayor frecuencia a los humanos por picadura de garrapata o mosca, manipulación de un animal infectado o inhalación o ingestión de la bacteria. No se sabe que haya personas que transmitan la infección a otras.

La gravedad de la tularemia varía mucho. Algunos casos son leves y autolimitados, otros pueden tener complicaciones graves y un pequeño porcentaje (menos del 2 por ciento) de los casos en los Estados Unidos es fatal.

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Sinónimos

  • Fiebre de los conejos
  • Fiebre de las liebres silvestres
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Signos y Síntomas

Los síntomas de la tularemia varían mucho entre las personas afectadas. Algunas personas pueden no presentar síntomas aparentes (asintomáticas). Otras personas pueden desarrollar complicaciones graves que afectan a varios sistemas de órganos con complicaciones potencialmente mortales. Después de la infección, el período de tiempo que tardan en aparecer los síntomas (período de incubación) suele ser de tres a cinco días, pero puede tardar hasta dos semanas.

La mayoría de los casos de tularemia comienzan con la aparición rápida de síntomas inespecíficos similares a los de la gripe, que incluyen:

  • Fiebre
  • Escalofríos
  • Dolores de cabeza
  • Dolor muscular (mialgia)
  • Dolor en las articulaciones (artralgia)
  • Pérdida de apetito
  • Sensación general de mala salud (malestar general).

Pueden ocurrir síntomas adicionales dependiendo de cómo se haya infectado la persona, y estas formas  tienen nombres diferentes de acuerdo al lugar de donde proviene la infección:

  • Tularemia ulceroglandular (más del 75% de los casos): Infección a través de la piel (por ejemplo, por picadura de garrapata o manipulación de materia infecciosa) pueden causar la tularemia ulceroglandular y glandular :
    • Tularemia ulceroglandular: La infección a través puede provocar una úlcera o sarpullido en la piel en el lugar de la infección y ganglios linfáticos inflamados y dolorosos (linfadenopatía).
    • Tularemia glandular: En algunos casos, las personas tienen linfadenopatía sin ningún síntoma en la piel.
  • Tularemia neumónica: La infección al inhalar la bacteria puede causar tularemia neumónica, una infección de los pulmones (neumonía), una acumulación de líquido alrededor de los pulmones (derrame pleural) y abscesos pulmonares.
  • Tularemia orofaríngea: Ocurre al comer carne de animales poco cocida o infectada o beber agua contaminada y se caracteriza por dolor de garganta, náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal y, en raros casos, por sangrado en el estómago y en el intestino (hemorragia gastrontestinal).
  • Tularemia oculoglandular: Ocurre cuando la tularemia afecta los ojos yse caracteriza por una inflamación de la delicada membrana que recubre los ojos (conjuntiva), una afección llamada conjuntivitis, con dolor, enrojecimiento y picazón en los ojos además de ganglios linfáticos cercanos que pueden estar inflamados y dolorosos.
  • Tularemia de forma tifoidea: En esta forma se desarrollan fiebre, mialgias y mala salud general (malestar general) pero no hay lesiones cutáneas o linfadenopatía y, debido a la falta de síntomas evidentes, esta forma de tularemia es difícil de diagnosticar.

La tularemia puede afectar varios órganos del cuerpo, incluido el sistema nervioso central, el corazón y el hígado, lo que provoca inflamación de las membranas que rodean el cerebro y la médula espinal (meningitis), inflamación del revestimiento del corazón (endocarditis) e Inflamación del hígado (hepatitis). Otras complicaciones graves que pueden estar asociadas con la tularemia incluyen:

  • Infección generalizada (sepsis)
  • Infección de varios huesos (osteomielitis).
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Causas y Herencia

La tularemia es causada por la bacteria Francisella tularensis. La mayoría de los casos ocurren por picaduras de moscas o garrapatas portadoras de la bacteria o por exposición al tejido de un animal infectado con la bacteria.

Se ha encontrado tularemia en más de 100 especies animales, incluidos conejos, ratas almizcleras, ardillas y castores. Manipular tejido animal infectado (por ejemplo, desollar o vestir cadáveres de animales) o comer carne insuficientemente cocida de un animal infectado puede provocar tularemia. Las mascotas domésticas, como perros y gatos, también pueden ser responsables de transmitir la tularemia a los humanos. Los perros y gatos pueden entrar en contacto con animales infectados o garrapatas y pueden transmitir la enfermedad a los humanos a través de su saliva o garras.

La tularemia también se puede transmitir a través del aire al respirar (inhalar) bacterias en aerosol. Las actividades comunes, como cortar maleza o cortar el césped, pueden aerosolizar las bacterias del medio ambiente y causar infecciones en los humanos.

La bacteria Francisella tularensis es una bacteria extremadamente resistente y capaz de sobrevivir en el medio ambiente (por ejemplo, barro, agua o cadáveres de animales en descomposición) durante semanas y, rara vez, en contacto directo o ingestión de materiales contaminados incluyendo el agua o el suelo pueden causar tularemia.

En la literatura médica no se ha documentado ninguna transmisión de persona a persona.

La tularemia ha ganado más atención en los últimos años debido a su potencial para su uso en la guerra biológica.

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Frecuencia

La tularemia afecta a hombres y mujeres, aunque la mayoría de los casos son hombres, probablemente debido a mayores oportunidades de exposición al aire libre. La enfermedad es rara en los Estados Unidos y se reportan aproximadamente entre 100 y 200 casos nuevos cada año. Algunos investigadores creen que muchos casos de tularemia a menudo no se notifican o se diagnostican erróneamente, lo que dificulta determinar la verdadera frecuencia de esta enfermedad en la población general.

Aunque la tularemia puede ocurrir en cualquier lugar de los Estados Unidos, más de la mitad de los casos reportados cada año ocurren en áreas rurales de Arkansas, Missouri, Oklahoma y Kansas. La tularemia se puede encontrar en todas partes de Europa y Asia con mayor frecuencia en Siberia y los países escandinavos.

En Japón, la tularemia puede conocerse como yato-byo o enfermedad de Ohara, en honor al Dr. Ohara, quien describió por primera vez una enfermedad febril asociada a los conejos.

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Diagnóstico

El diagnóstico de tularemia se realiza mediante una evaluación clínica, un historial detallado del paciente y una variedad de pruebas que pueden incluir un intento de aislar la bacteria de la sangre o del tejido corporal o mediante análisis de sangre especializados (pruebas serológicas) que son métodos que verifican si el cuerpo ha producido sustancias llamadas anticuerpos para una sustancia extraña específica (antígeno), en este caso, F tularensis.

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Tratamiento

La tularemia se trata con antibióticos. La estreptomicina es el fármaco de elección, pero la gentamicina es una alternativa aceptable. También se pueden usar otros antibióticos como la doxiciclina y la ciprofloxacina, que se pueden tomar por vía oral.

Otros tratamientos son sintomáticos y de apoyo.

Las medidas para prevenir la tularemia incluyen prevenir las picaduras de garrapatas y moscas de los venados y evitar el contacto con animales enfermos o muertos.

Hasta hace poco, había una vacuna para proteger a los laboratorios que trabajan habitualmente con Francisella tularensis. Esta vacuna está actualmente bajo revisión por parte de la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE. UU. (FDA) y generalmente no está disponible en los Estados Unidos.

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Investigaciones

El sitio en la red de Clinical Trials, desarrollado por los Institutos Nacionales de la Salud, proporciona información sobre las investigaciones clínicas. Usted puede ver las investigaciones sobre esta condición en el siguiente enlace: Clinicaltrials.gov. Use el término “Tularemia” para ver los estudios disponibles. Recomendamos que comparta esta información con los médicos para que analicen los estudios y determinen la indicación de la participación en algún estudio. (en inglés)

Para obtener información sobre los ensayos clínicos en Europa, póngase en contacto con: Clinicaltrialsregister.eu

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Referencias

Longo DL, et al. eds. Harrison’s Principles of Internal Medicine, 18th e. ed. New York, NY: McGraw-Hill. 2012: retrieved May 2016.

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Nelson C, Kugeler K, Petersen J. Mead P. Tularemia — United States, 2001–2010. MMWR. 2013: 62(47): 963-966.

World Health Organization. WHO Guidelines on Tularemia. Geneva: WHO Press. 2007.

Oyston PC, Sjostedt A, Titball RW. Tularemia: bioterrorism defence renews interest in Francisella tularensis. Nat Rev Microbiol. 2004;2:967-78.

Goethert HK, Shani I, Telford SR 3rd. Genotypic diversity of Francisella tularensis infecting Dermacentor variabilis ticks on Martha’s Vineyard, Massachusetts. J Clin Microbiol. 2004;42:4968-73.

Tarnvik A, Priebe HS, Grunow R. Tularaemia in Europe: an epidemiological review. Scad J Infect Dis. 2004:36:350-5.

Cronquist SD. Tularemia: the disease and the weapon. Dermatol Clin. 2004;22:313-20.

Conlan JW. Vaccines against Francisella tularensis – past, present and future. Expert Rev Vaccines. 2004;3:307-14.

Avashia SB, et al., First reported prairie dog-to-human tularemia transmission, Texas, 2002. Emerg Infect Dis. 2004;10:483-6.

Gallagher-Smith M, Kim J, Al-Bawardy R, Josko D. Francisella tularensis: possible agent in bioterrorism. Clin Lab Sci. 2004;17:35-9.

Tarnvik A, Berglund L. Tularemia. Eur Respir J. 2003;21:361-73.

Jensen WA, Kirsch CM. Tularemia. Semin Respir Infect. 2003;18:146-58.

Dennis DT, Inglesby TV, Henderson DA, et al. Tularemia as a Biological Weapon: medical and public health management. JAMA 2001; 285:2763-73.

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Maurelius, K.Tularemia in Emergency Medicine. Medscape. Updated: Sep 05, 2018. Available at: https://www.emedicine.com/emerg/topic591.htm Accessed Oct 2, 2019.

Centers for Disease Control (CDC) Website. Last Update December 13, 2018 www.cdc.gov/tularemia Accessed Oct 2, 2019.

Center for Biosecurity. University of Pittsburgh Website. Tularemia Fact Sheet. October 13, 2011. Available at: https://www.upmc-biosecurity.org/website/our_work/biological-threats-and-epidemics/fact_sheets/tularemia.html Accessed Oct 2, 2019.

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Aprenda más

Usted puede aprender más sobre esta enfermedad en los siguientes sitios en la red:

  • Orphanet, la base de dados europea de enfermedades raras.

Las siguientes fuentes de información en inglés también pueden ser de utilidad:

  • CDC, los Centros para la Prevención y el Control de las Enfermedades de Estados Unidos.
  • GARD, el Centro de Información de Enfermedades Genéticas y Raras.
  • PubMed, un recurso gratuito donde se puede buscar artículos publicados de literatura médica. En la mayoría de los casos es posible ver los resúmenes del artículo y algunas veces se puede obtener la versión completa de un artículo de forma gratuita.

Vea también nuestra página en inglés de NORD: Tularemia.

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Centros médicos con experiencia en mi enfermedad

Cuando se tiene una enfermedad rara o poco frecuente es muy importante encontrar a un médico que tenga experiencia en el diagnóstico y en el manejo.  De forma general, se recomienda que las personas con enfermedades raras busquen ser atendidas en centros médicos universitarios o terciarios ya que es más probable que los médicos que trabajan en estos centros hayan visto casos similares o tengan interés en la investigación, además de que cuentan con equipos de múltiples especialistas que trabajan en conjunto.

NORD tiene una lista de centros de excelencia en enfermedades raras que incluye muchos de los mejores centros médicos y académicos de los Estados Unidos.  Recomendamos que los pacientes compartan esta información con sus médicos para que sean referidos al centro más adecuado y conveniente. Esta lista está en expansión.

Para aprender más sobre NORD visite el siguiente enlace:  NORD en Español.

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