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Abetalipoproteinemia

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Última actualización: 02/17/2023
Años publicados: 2005, 2012, 2015, 2018, 2023


Reconocimiento

NORD agradece a M. Mahmood Hussain, PhD, Lic. Med., FAHA, Profesor Distinguido, Presidente y Director, Centro de Investigación de Diabetes y Obesidad, Departamento de Fundamentos de Medicina, Facultad de Medicina de Long Island de la Universidad de Nueva York, por su ayuda en la preparación de este informe en inglés.  El informe en inglés fue traducido al español y modificado por Gioconda Alyea, médica genetista brasileira el 28 de junio del 2023.


Resumen

La abetalipoproteinemia es un trastorno hereditario raro que afecta la absorción de grasa (lípidos) por el intestino y la movilización por el hígado. La incapacidad para absorber grasas resulta en las deficiencias de lípidos y varias vitaminas esenciales. Las personas afectadas tienen un deterioro neurológico progresivo, debilidad muscular, dificultad para caminar y anomalías sanguíneas, incluida una afección en la que los glóbulos rojos de la sangre tienen una forma anormal (acantocitosis o células en espuela), lo que resulta en niveles bajos de glóbulos rojos circulantes (anemia). Las personas afectadas también pueden desarrollar degeneración de la retina de los ojos, (retinosis pigmentaria) lo que puede provocar la pérdida de la visión. La abetalipoproteinemia se hereda de forma autosómica recesiva y es causada por cambios (mutaciones o variantes patogenicas) en el gen de la proteína microsomal de transferencia de triglicéridos (MTTP).

La abetalipoproteinemia fue reportada por primera vez en la literatura médica por los doctores Bassen y Kornzweig en 1950 y también se conoce como síndrome de Bassen-Kornzweig. A  veces se clasifica como un síndrome de neuroacantocitosis, que se refiere a un grupo de trastornos caracterizados por glóbulos rojos puntiagudos o en forma de espuela o rebaba (acantocitosis) y por trastornos neurológicos, especialmente trastornos del movimiento.

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Sinónimos

  • ABL
  • Síndrome de Bassen-Kornzweig
  • Deficiencia de lipoproteínas de baja densidad
  • Deficiencia de proteína de transferencia de triglicéridos microsomal
  • Deficiencia de MTP
  • Hipobetalipoproteinemia familiar por defecto de secreción 1 (FHBL-SD1)
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Signos y Síntomas

Las personas con abetalipoproteinemia pueden tener una gran variedad de síntomas, tanto en la presentación como en la severidad, que afectan varias partes del cuerpo, incluido el tracto gastrointestinal, el sistema neurológico, los ojos y la sangre.

Los bebés afectados a menudo presentan síntomas relacionados con enfermedades gastrointestinales, que se producen como consecuencia de una mala absorción de grasas. Estos síntomas pueden incluir:

  • Heces pálidas, voluminosas y malolientes (esteatorrea)
  • diarrea
  • Vómitos
  • Hinchazón (distensión) del abdomen
  • Problemas para ganar peso
  • Retraso en el crecimiento

Además de la mala absorción de grasas, las vitaminas liposolubles como las vitaminas A, E y K también se absorben mal, lo que puede dar como resultado:

  • Deficiencia de vitaminas liposolubles
  • Niveles muy bajos de triglicéridos, colesterol, fosfolípidos y ceramidas (debido a la ausencia de lipoproteínas que contienen ApoB en el plasma – El colesterol no puede circular libremente por la sangre y requiere de proteínas transportadoras conocidas como “lipoproteínas”, que son partículas que se clasifican según su densidad en quilomicrones (partículas grandes), HDL (lipoproteína de alta densidad), IDL (lipoproteína de densidad intermedia), LDL (lipoproteína de baja densidad) y VLDL (lipoproteína de muy baja densidad). La partícula LDL tiene una proteína llamada “ApoB y se usa para cuantificar el total de partículas LDL. Con la ausencia de lipoproteínas que contienen ApoB, los lípidos y las vitaminas liposolubles no se transportan adecuadamente en la sangre.
  • Niveles reducidos de lipoproteínas que no contienen apoB (lipoproteínas de alta densidad) o de apoA1 en el plasma.

En algunos casos ocurren:

  • Complicaciones neurológicas que se asemejan a la degeneración espinocerebelosa, un término general para un grupo de trastornos caracterizados por un deterioro progresivo de la capacidad para coordinar movimientos voluntarios debido a la degeneración de ciertas estructuras en el cerebro (ataxia cerebelosa), entre las edades de 2 y 20 años
    • La ataxia se refiere a la falta de coordinación y, eventualmente, dificultad para controlar el rango de movimiento voluntario (dismetría).
    • Síntomas neurológicos adicionales incluyen pérdida de reflejos tendinosos profundos, como en la rótula, dificultad para hablar (disartria), temblores, tics motores y debilidad muscular. La inteligencia suele ser normal, pero se han informado retrasos en el desarrollo o discapacidad intelectual.
    • Daño o mal funcionamiento del sistema nervioso periférico (neuropatía periférica), en algunos casos. El sistema nervioso periférico contiene todos los nervios fuera del sistema nervioso central. Los síntomas asociados pueden variar mucho de una persona a otra, pero pueden incluir debilidad de los músculos de los brazos y las piernas o sensaciones anormales como hormigueo (parestesias), ardor o entumecimiento.
  • Anomalías esqueléticas que incluyen curvatura hacia atrás (lordosis) o curvatura hacia atrás y hacia los lados de la columna (cifoescoliosis), un pie muy arqueado (pie cavo) o pie zambo. Estas anomalías esqueléticas pueden resultar de desequilibrios musculares durante etapas cruciales del desarrollo óseo. Eventualmente, las personas afectadas pueden ser incapaces de pararse o caminar sin ayuda debido a anormalidades neurológicas y esqueléticas progresivas.
  • Problemas en los ojos que pueden incluir:
    • Retinitis pigmentosa en la que la degeneración progresiva de la membrana rica en nervios que recubre los ojos (retina) resulta en una “visión de túnel” (pérdida de visión periférica), pérdida de la visión del color, y ceguera nocturna; eventualmente puede haber pérdida de agudeza visual, que, en algunos casos, si no se trata, puede evoluir en  ceguera en la cuarta década de la vida. La retinitis pigmentosa ocurre con mayor frecuencia alrededor de los 10 años y puede deberse a una deficiencia de vitamina A y/o E.
    • Movimientos oculares rápidos e involuntarios (nistagmo)
    • Visualización de rayas concéntricas irregulares y algunas rayas radiales finas (rayas algioides)
    • Párpado superior caído (ptosis)
    • Ojos cruzados (estrabismo)
    • Tamaño desigual de las pupilas (anisocoria)
    • Debilidad o parálisis de los músculos que controlan los movimientos oculares (oftalmoplejía).
  • Anomalías en la sangre, incluida una afección llamada acantocitosis en la que hay glóbulos rojos (acantocitos) deformados (es decir, en forma de espuela o rebaba) en el cuerpo.
    • La acantocitosis puede resultar en niveles bajos de glóbulos rojos circulantes (anemia).
      • La anemia puede provocar cansancio, mayor necesidad de dormir, debilidad, aturdimiento, mareos, irritabilidad, palpitaciones, dolores de cabeza y piel pálida.
    • Las anomalías sanguíneas adicionales pueden deberse a la deficiencia de vitamina K.
      • Los niveles de factor de coagulación de la sangre pueden reducirse y dar lugar a tendencias hemorrágicas, como hemorragia gastrointestinal grave.
  • Problemas en el hígado:
    • Hígado graso, lo que puede causar daño hepático.
    • Fibrosis o cicatrización del hígado (cirrosis), en raros casos
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Causas y Herencia

La abetalipoproteinemia es causada por cambios (mutaciones o variantes patogénicas) en el gen MTTP.

El gen MTTP contiene instrucciones para producir (codificar) una proteína conocida como proteína microsomal de transferencia de triglicéridos (MTTP o MTP). Esta proteína es necesaria para el ensamblaje y la secreción adecuados de lipoproteínas que contienen apoB en el hígado y los intestinos. Las variantes en el gen MTTP conducen a niveles bajos de MTP funcional, lo que a su vez impide que el hígado y los intestinos produzcan y secreten lipoproteínas que contienen apoB. Esto, a su vez, da como resultado la incapacidad de absorber y transportar adecuadamente las grasas y las vitaminas liposolubles por todo el cuerpo. Por lo tanto, una deficiencia en MTP da como resultado la ausencia de lipoproteínas tales como lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), lipoproteínas de baja densidad (LDL) y quilomicrones en la sangre.

Como comentado antes, las lipoproteínas son partículas complejas formados por lípidos y proteínas. Estos complejos de lípidos y proteínas actúan como transportadores de grasas y vitaminas liposolubles (por ejemplo, vitamina E) por todo el cuerpo. Los síntomas de la abetalipoproteinemia son causados por la falta de estas lipoproteínas que contienen apoB en el plasma y la deficiencia de vitaminas liposolubles. Estas deficiencias nutricionales conducen a problemas de salud en personas con abetalipoproteinemia.

Investigaciones recientes han determinado que la MTP también está involucrada en la maduración de una familia de proteínas conocidas como CD1, que funcionan en la presentación de antígenos lipídicos a las células inmunitarias (los antígenos son sustancias que provocan una “respuesta inmune” en el cuerpo como la producción de anticuerpos). Los lípidos pueden servir como antígenos y regular la inmunidad a través de la activación de las llamadas células T (un tipo de célula inmune que ayudan al cuerpo a combatir enfermedades o sustancias dañinas). También se ha demostrado que MTP modula la descomposición (hidrólisis) de grasa en el tejido adiposo. Se necesita más investigación para determinar las funciones completas de la proteína MTP y los mecanismos exactos que causan la enfermedad en la abetalipoproteinemia.

Además, varios estudios han demostrado que la MTP se expresa en el corazón y está involucrada en la exportación de lípidos fuera del corazón. Los niveles bajos de MTP pueden conducir a la acumulación de grasa en el corazón y afectar la función cardíaca.

Herencia

La herencia es autosómica recesiva. Las enfermedades genéticas están determinadas por dos alelos (copias de un gen), uno recibido del padre y otro de la madre. Los trastornos genéticos recesivos ocurren cuando un individuo hereda dos alelos anormales (mutados) para el mismo rasgo de cada padre. Si un individuo recibe un alelo normal y un alelo mutado para la enfermedad, la persona será portadora de la enfermedad, pero por lo general no mostrará síntomas. Cuando ambos padres son portadores, el riesgo de tener un niño afectado es del 25% y el riesgo de tener un hijo portador como los padres es del 50% con cada embarazo. La posibilidad de que un niño reciba genes normales de ambos padres y sea genéticamente normal para ese rasgo en particular es del 25% en cada embarazo.

Todos los individuos portan algunos genes anormales. Entre dos personas no emparentadas es más difícil que se compartan mutaciones que producen una enfermedad en concreto, pero si los padres son parientes cercanos (consanguíneos) la chance de que compartan mutaciones especificas es mayor y, por tanto, tienen una mayor probabilidad que los padres no emparentados de que ambos tengan el mismo gen alterado. De esta forma, en las enfermedades recesivas como la abetalipoproteinemia hay una mayor frecuencia de consanguinidad en los afectados.

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Frecuencia

Se desconoce la prevalencia e incidencia exactas de la abetalipoproteinemia, pero se estima que afecta a menos de 1 de cada 1.000.000 de personas en la población general. La abetalipoproteinemia afecta tanto a hombres como a mujeres. Afecta todas las razas y etnias. La abetalipoproteinemia es más prevalente en poblaciones con alta incidencia de matrimonios consanguíneos.

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Diagnóstico

El diagnóstico de abetalipoproteinemia se basa en la identificación de los síntomas característicos, un historial detallado del paciente, una evaluación clínica completa y una variedad de pruebas especializadas, incluidas pruebas para medir los lípidos (triglicéridos y colesterol) y las lipoproteínas que contienen apoB en el plasma, determinar la forma y estructura (morfología) de los glóbulos rojos y un examen ocular (oftalmológico).

Los análisis de sangre detectarán niveles bajos tanto de lípidos, como colesterol y triglicéridos, como de vitaminas liposolubles, como A, E y K. Las lipoproteínas que contienen ApoB, como los quilomicrones o las lipoproteínas de muy baja densidad, no se detectan en la sangre. plasma.

La identificación de glóbulos rojos malformados (acantocitosis) también puede detectarse mediante análisis de sangre.

Se puede realizar una evaluación neurológica completa, un examen ocular, una endoscopia y una ecografía hepática (hepática) para evaluar la presencia de posibles síntomas.

Las pruebas genéticas moleculares para detectar mutaciones en el gen MTTP están disponibles para confirmar el diagnóstico.

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Tratamiento

El tratamiento de la abetalipoproteinemia se dirige hacia los síntomas específicos que son evidentes en cada individuo. El tratamiento puede requerir consultas con un equipo de especialistas, como neurólogos, especialistas en hígado (hepatólogos), especialistas en ojos (oftalmólogos), especialistas en el estudio de las grasas (lipidólogos), gastroenterólogos, nutricionistas y otros profesionales de la salud que, de forma ideal, deben trabajar juntos comunicándose entres si para el mejor manejo.

Se recomienda que las personas afectadas sean monitoreadas de cerca cada 6-12 meses.

  • Se deben realizar exámenes neurológicos y oculares de forma rutinaria para medir cualquier deterioro de la visión o deterioro neurológico.
  • Se deben hacer exámenes de sangre para medir los niveles en la sangre de las sustancias llamadas aminotransaminasas todos los años para determinar si hay daño hepático.
  • Se puede realizar una ecografía hepática para detectar la presencia de hígado graso.
  • Se debe realizar una ecocardiografía cada tres años para garantizar que el corazón funcione correctamente.

La mayoría de los individuos afectados responden a la terapia dietética que consiste en una dieta baja en ácidos grasos saturados de cadena larga. La reducción de la ingesta de grasas en la dieta generalmente alivia los síntomas gastrointestinales. Los pacientes deben recibir asesoramiento dietético frecuente. Las dietas de los lactantes pueden complementarse con ácidos grasos de cadena media, que pueden transportarse en la sangre sin lipoproteínas que contengan apoB, para promover el crecimiento y el desarrollo normales.

La administración oral de altas dosis de vitaminas liposolubles (p. ej., A, E, K) ayuda a prevenir o mejorar muchos de los síntomas asociados con la abetalipoproteinemia. Por ejemplo:

el tratamiento con vitamina E (es decir, la terapia con tocoferol) y la suplementación con vitamina A pueden prevenir las complicaciones neurológicas y retinales asociadas con la abetalipoproteinemia.

La suplementación con vitamina D puede ayudar a aliviar algunos de los síntomas asociados con el crecimiento óseo.

Los niveles sanguíneos de vitaminas liposolubles deben medirse en cada seguimiento porque los niveles sanguíneos no siempre se correlacionan con la cantidad de vitaminas ingeridas. Las dosis deben ajustarse en función de los resultados de los análisis de sangre, exámenes neurológicos y exámenes oftalmológicos. Cabe señalar que los niveles de vitamina E no se pueden medir de manera confiable incluso después de la suplementación con dosis altas. A pesar de esto, la terapia con vitamina E debe continuarse.

El pronóstico es muy variable. La detección temprana, el tratamiento y la suplementación con vitaminas liposolubles pueden ayudar a reducir algunas de las deficiencias neurológicas y oftalmológicas. Los pacientes deben ser monitoreados cuidadosamente si reciben tratamientos con fármacos liposolubles (es decir, para enfermedades no relacionadas con la abetalipoproteinemia). El tratamiento adicional es sintomático y de apoyo.

Se recomienda asesoramiento genético para familias de niños con abetalipoproteinemia.

La terapia génica se ha estudiado como otro enfoque para tratar a las personas con abetalipoproteinemia. En la terapia génica, se introduce un gen normal para producir la proteína activa y prevenir el desarrollo y progresión de la enfermedad en cuestión. Sin embargo, en este momento, quedan importantes dificultades técnicas que resolver antes de que la terapia génica pueda ser defendida como un tratamiento viable.

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Investigaciones

El sitio en la red de Clinical Trials, desarrollado por los Institutos Nacionales de la Salud, proporciona información sobre las investigaciones clínicas. Usted puede ver las investigaciones sobre la abetalipoproteinemia en el siguiente enlace: Clinicaltrials.gov.  Use el término “abetalipoproteinemia” pare ver los estudios disponibles. Recomendamos que comparta esta información con los médicos para que analicen los estudios y determinen la indicación de la participación en algún estudio. (en inglés)

Para obtener información sobre los ensayos clínicos en Europa, póngase en contacto con: Clinicaltrialsregister.eu

El siguiente profesional tiene interés especial en la investigacion de esta enfermedad:

Mahmood Hussain, PhD
Professor and Endowed Chair
Director, Diabetes and Obesity Research Center
Department of Foundations of Medicine, NYU Long Island School of Medicine
Minoela, NY 11501
Correo electronico: mahmood.hussain@nyulangone.org

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Referencias

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Bredefeld C, Hussain MM, Averna M, Black DD, Brin MF, Burnett JR, Charriere S, Cuerq C, Davidson NO, Deckelbaum RJ, Goldberg IJ, Granot E, Hegele RA, Ishibashi S, Karmally W, Levy E, Moulin P, Okazaki H, Poinsot P, Rader DJ, Takahashi M, Tarugi P, Traber MG, Di Filippo M, Peretti N. Guidance for the diagnosis and treatment of hypolipidemia disorders. J Clinical Lipidol. 2022; Sept 29:S1933-2874(22)00253-7. Doi: 10.1016/j/jacl.2022-08-009. PMID: 36243606.

Bredefeld C, Peretti N, Hussain MM, Medical Advisory Panel. New classification and management of abetalipoproteinemia and related disorders. Gastroenterology 2021; 160:1912-1916. Epub 2020 Dec 01. doi: 10.1053/j.gastro.2020.11.040. PMID: 33275938.

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Aprenda más

Usted puede aprender más sobre esta enfermedad en los siguientes sitios en la red:

  • Orphanet, la base de dados europea de enfermedades raras.

Las siguientes fuentes de información en inglés también pueden ser de utilidad:

  • GeneReviews es un recurso internacional para médicos que proporciona información sobre condiciones hereditarias en un formato estandarizado, que cubre diagnóstico, manejo y asesoramiento genético para pacientes y sus familias. Cada capítulo está escrito por uno o más expertos en la afección o enfermedad específica y pasa por un riguroso proceso de edición y revisión por pares antes de publicarse en línea.
  • Online Mendelian Inheritance in Man (OMIM) es un resumen completo y autorizado de genes humanos y fenotipos genéticos que está disponible gratuitamente. Debido a que OMIM está diseñado para ser utilizado principalmente por médicos y otros profesionales de salud, aunque sea abierta al público, la información es compleja y se recomienda a los usuarios que buscan información sobre una condición médica o genética personal que consulten con un médico calificado para obtener un diagnóstico y obtener respuestas a sus preguntas personales. Note que OMIM tiene recursos adicionales en la Table of Contents.
  • MedlinePlus, el sitio en la red de la Biblioteca Nacional de la Salud.

Vea también nuestra página en inglés de NORD: Abetalipoproteinemia.

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Centros médicos con experiencia en mi enfermedad

Cuando se tiene una enfermedad rara o poco frecuente es muy importante encontrar a un médico que tenga experiencia en el diagnóstico y en el manejo.  De forma general, se recomienda que las personas con enfermedades raras busquen ser atendidas en centros médicos universitarios o terciarios ya que es más probable que los médicos que trabajan en estos centros hayan visto casos similares o tengan interés en la investigación, además de que cuentan con equipos de múltiples especialistas que trabajan en conjunto.

NORD tiene una lista de centros de excelencia en enfermedades raras que incluye muchos de los mejores centros médicos y académicos de los Estados Unidos.  Recomendamos que los pacientes compartan esta información con sus médicos para que sean referidos al centro más adecuado y conveniente. Esta lista está en expansión.

Para aprender más sobre NORD visite el siguiente enlace:  NORD en Español.

 Nota: El sitio web de la Organización Nacional de Enfermedades Raras (NORD), sus bases de datos y su contenido tienen derechos de autor de NORD. Ninguna parte del sitio web de NORD, las bases de datos o los contenidos pueden copiarse de ninguna manera, incluidos, entre otros, los siguientes: descarga electrónica, almacenamiento en un sistema de recuperación o redistribución con fines comerciales sin el permiso expreso por escrito de NORD.  Sin embargo, por la presente se otorga permiso para imprimir una copia impresa de la información sobre una enfermedad individual para su uso personal, siempre que dicho contenido no se modifique de ninguna manera y el crédito por la fuente (NORD) y el aviso de derechos de autor de NORD estén incluidos en la copia impresa. Cualquier otra reproducción electrónica u otras versiones impresas está estrictamente prohibida.

 

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Programas & Recursos

Programas de asistencia RareCare®

Programas de Asistencia Adicional

Programa de Asistencia MedicAlert

NORD y la Fundación MedicAlert se han asociado en un nuevo programa para brindar protección a pacientes con enfermedades raras en situaciones de emergencia.

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Programa de Apoyo Educativo de Enfermedades Raras

Asegurarse de que los pacientes y los cuidadores estén equipados con las herramientas que necesitan para vivir su mejor vida mientras manejan su condición rara es una parte vital de la misión de NORD.

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Programa de descanso para cuidadores raros

Este programa de asistencia, primero en su tipo, está diseñado para los cuidadores de un niño o adulto diagnosticado con un trastorno raro.

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Organizaciones de pacientes


National Organization for Rare Disorders