Última actualización:
August 31, 2020
Años publicados: 1992, 1997, 1998, 2005, 2013, 2017, 2020
NORD agradece a Maranke I. Koster, PhD, Profesor, Departamento de Anatomía y Biología Celular, Brody School of Medicine, East Carolina University, Timothy J. Fete, MD, MPH, Profesor Emérito, Departamento de Salud Infantil, University of Missouri School of Medicine y a la Fundación Nacional para las Displasias Ectodérmicas, por su ayuda en la preparación de este informe en inglés. El informe en inglés fue traducido al español y modificado por Gioconda Alyea, médica genetista brasileira, el 31 de enero del 2024.
El síndrome de anquilobléfaron-displasia ectodérmica-labio hendido/paladar hendido también conocido como síndrome de Hay-Wells, es un trastorno poco común caracterizado por una amplia variedad de síntomas que pueden afectar la piel, el cabello, las uñas, los dientes, ciertas glándulas, y las manos y los pies.
Las señales y los síntomas comunes varían mucho de una persona para otra y pueden incluir fusión parcial o total de los bordes palpebrales debido a tejido conectivo anormal entre los párpados superiores e inferiores (anquilobléfaron), heridas (erosiones) en la piel, cabello anormal y fisuras o hendiduras en el paladar (paladar hendido) y/o fisuras o hendiduras en el labio (labio hendido o leporino). También puede haber malformaciones de las uñas, anomalías en el color de la piel, malformaciones de las extremidades y anomalías se los dientes.
El síndrome de anquilobléfaron-displasia ectodérmica-fisura labiopalatina es causado por cambios (mutaciones o variantes patogénicas) en el gen TP63. La herencia es autosómica dominante pero la mayoría de los casos son mutaciones nuevas (espradicas) que ocurren por la primera vez en la persona afectada, sin ser heredadas.
El tratamiento se dirige a mejorar los síntomas de las personas afectadas.
Los síntomas del síndrome de anquilobléfaron-displasia ectodérmica-fisura labiopalatina son muy variables, incluso entre miembros de una misma familia. Además, debido al pequeño número de casos identificados, a la falta de estudios clínicos extensos y a la posibilidad de que otros genes o factores influyan en el trastorno no se sabe cuáles son todos los síntomas que puede haber y cuál es el pronóstico de las personas con el síndrome.
Las personas afectadas o sus padres deben hablar con su médico sobre su caso específico, los síntomas asociados y el pronóstico general.
Muchos de los síntomas asociados con el síndrome de anquilobléfaron-displasia ectodérmica-fisura labiopalatina están presentes al nacer (son congénitos) y pueden incluir:
Otras señales y síntomas que se han reportado son:
Los síntomas y los hallazgos físicos del síndrome de anquilobléfaron-displasia ectodérmica-fisura labiopalatina pueden variar mucho en gravedad de una persona a otra (expresividad variable) y, es posible que las personas afectadas con el síndrome no tengan todos los síntomas mencionados anteriormente.
El síndrome de anquilobléfaron-displasia ectodérmica-fisura labiopalatina es causado por una mutación en el gen TP63. Los genes proporcionan instrucciones para crear (codificar) proteínas que desempeñan un papel fundamental en muchas funciones del cuerpo. Cuando ocurre una mutación de un gen, el producto proteico puede ser defectuoso, ineficiente o ausente. Dependiendo de las funciones de una proteína en particular, esto puede afectar a muchos sistemas de órganos del cuerpo.
El gen TP63 codifica una proteína llamada proteína tumoral p63 (o p63).
La proteína p63, es fundamental en el desarrollo temprano, en especial, para el desarrollo normal de las estructuras del ectodermo. El ectodermo es la capa germinal más externa del embrión en desarrollo de la que se derivan numerosas estructuras del cuerpo, incluida la piel, el cabello, las uñas, las glándulas de la piel, las membranas mucosas de la boca, etc. Los estudios sugieren que también desempeña funciones esenciales en el desarrollo de las extremidades, los rasgos faciales, el sistema urinario y otros órganos y tejidos.
Las mutaciones en el gen TP63 resultan en una p63 anormal, lo que dificulta el correcto desarrollo de estas estructuras.
Además, la proteína p63 funciona como un factor de transcripción, lo que significa que se une a ciertas regiones de material genético (ADN) y controla la actividad de genes particulares, ayudando a regular numerosas actividades celulares, incluido el crecimiento y la división celular (proliferación), el proceso mediante el cual las células maduran para llevar a cabo funciones específicas (diferenciación), la capacidad de las células para adherirse entre sí (adhesión celular) y la autodestrucción ordenada de las células (apoptosis).
Por tanto, la proteína p63 parece ser necesaria para el mantenimiento de diversas células y tejidos en el futuro.
Herencia
El síndrome de anquilobléfaron-displasia ectodérmica-fisura labiopalatina se hereda de forma autosómica dominante. El 70% de los casos ocurren esporádicamente sin ser heredados (es decir, ocurren como una mutación nueva o “de novo”).
Las enfermedades genéticas están determinadas por la combinación de genes de un rasgo particular que se encuentran en los cromosomas recibidos del padre y de la madre. Los trastornos genéticos dominantes ocurren cuando solo es necesaria una copia de un gen mutado para la aparición de la enfermedad. El gen mutado puede heredarse de cualquiera de los padres o puede ser el resultado de una nueva mutación (cambio genético) en el individuo afectado. El riesgo de transmitir el gen mutado del padre afectado a la descendencia es del 50% por cada embarazo. El riesgo es el mismo para hombres y mujeres.
Otros factores, como genes adicionales, todavía no identificados, que modifican la expresión de un trastorno (genes modificadores), pueden resultar en gran variedad de síntomas que hay en el síndrome de anquilobléfaron-displasia ectodérmica-fisura labiopalatina.
Se desconoce la incidencia y prevalencia exactas del trastorno en la población general. El síndrome de anquilobléfaron-displasia ectodérmica-fisura labiopalatina es un trastorno poco común y en la literatura médica se han descrito menos de 100 personas afectadas.
El síndrome de anquilobléfaron-displasia ectodérmica-fisura labiopalatina afecta a hombres y mujeres en igual número.
El diagnóstico del síndrome de anquilobléfaron-displasia ectodérmica-fisura labiopalatina se basa en la identificación de los síntomas característicos, una historia médica y evaluación clínica detallada de la persona afectada.
Una variedad de pruebas especializadas puede ayudar en el diagnóstico. Por ejemplo, el examen microscópico de pequeñas muestras de tejido cutáneo (biopsia de piel) puede revelar características específicas como adelgazamiento (atrofia) de la capa externa de la piel (epidermis).
La microscopía óptica o electrónica de barrido de muestras de cabello en combinación con pruebas genéticas permite determinar el diagnóstico.Las pruebas genéticas moleculares pueden detectar mutaciones en el gen TP63 que se sabe que causan el trastorno, pero sólo están disponibles como servicio de diagnóstico en laboratorios especializados.
El diagnóstico prenatal, durante el embarazo, está disponible para familias con riesgo conocido de tener un bebé con síndrome de anquilobléfaron-displasia ectodérmica-fisura labiopalatina.
El tratamiento del síndrome de anquilobléfaron-displasia ectodérmica-fisura labiopalatina se dirige a los síntomas específicos que cada persona afectada tenga. El tratamiento puede requerir los esfuerzos coordinados de un equipo de especialistas, que puede incluir pediatras, médicos generales, oftalmólogos, cirujanos ortopédicos, dermatólogos, dentistas, audiólogos, otorrinolaringólogos, cirujanos plásticos, y otros profesionales de la salud, que deben trabajar juntos y de forma coordinada para el mejor manejo de una persona afectada.
El anquilobléfaron pequeño pueden descomponerse o desintegrarse (autolizarse) por sí solo sin ningún tratamiento. Un anquilobléfaron mayor puede requerir que sea extirpado con una cirugía.
La cirugía también puede ser necesaria para corregir el labio hendido, el paladar hendido, las malformaciones de las extremidades y ciertas anomalías faciales, como una mandíbula poco desarrollada.
Se pueden necesitarr cirugía dental y dispositivos correctivos para tratar dientes deformes. Si faltan dientes, pueden ser necesarias dentaduras postizas o se pueden considerar implantes dentales durante la adolescencia o los primeros años de la edad adulta. Las personas afectadas deben prestar especial atención a la salud dental para prevenir las caries.
Las erosiones de la piel suelen ser difíciles de tratar y, a menudo, no responden a las opciones estándar de cuidado de heridas. No se recomiendan técnicas agresivas como el desbridamiento pues pueden empeorar la afección. Se recomiendan opciones suaves para el cuidado de las heridas y un tratamiento periódico con lejía diluida. Un baño con lejía diluida implica el uso de una solución antiséptica, como la solución Dakins, para eliminar los gérmenes que pueden crecer en una herida. También es importante evitar más traumatismos en las zonas de piel afectadas.
Las personas con erosiones cutáneas crónicas corren el riesgo de desarrollar una infección secundaria, que puede tratarse con antibióticos tópicos u orales. En algunos casos también se pueden utilizar medicamentos antimicóticos (contra infecciones por hongos).
La miringotomía, un procedimiento en el que se hace una pequeña incisión en el tímpano y se coloca un pequeño tubo para aliviar la presión y drenar líquido para tratar la pérdida de audición y las infecciones de oído puede ser necesario.
Las personas con ojos secos pueden necesitar lágrimas artificiales.
La hipohidrosis es leve y, por lo general, no requiere tratamiento.
Se debe controlar el peso del niño y proporcionarle una ingesta calórica adecuada. Si un niño no crece adecuadamente, se recomienda consultar con el equipo de nutrición.
Se recomienda el asesoramiento genético a las personas afectadas y sus familias. También es fundamental el apoyo psicosocial a toda la familia.
El sitio en la red de Clinical Trials, desarrollado por los Institutos Nacionales de la Salud, proporciona información sobre las investigaciones clínicas. Usted puede ver las investigaciones sobre esta enfermedad en el siguiente enlace: Clinicaltrials.gov. Use el término “AEC syndrome” o “Ankyloblepharon-ectodermal defects-cleft lip/palate syndrome”para ver los estudios disponibles. Recomendamos que comparta esta información con los médicos para que analicen los estudios y determinen la indicación de la participación en algún estudio. (en inglés)
Para obtener información sobre los ensayos clínicos en Europa, póngase en contacto con: Clinicaltrialsregister.eu.
La organización llamada National Organization of Ectodermal Dysplasias tiene informaciones sobre investigaciones en este síndrome y otras displasias ectodérmicas.
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McKusick VA., ed. Online Mendelian Inheritance in Man (OMIM). Baltimore. MD: The Johns Hopkins University; Entry No:106260; Last Update: 01/22/2020. Available at: https://omim.org/entry/106260 Accessed August 27, 2020.
Usted puede aprender más sobre esta enfermedad en los siguientes sitios en la red:
Las siguientes fuentes de información en inglés también pueden ser de utilidad:
Vea también nuestra página en inglés de NORD: AEC syndrome.
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