NORD agradece a Gioconda Alyea, médica genetista brasiliera, Organización Nacional de Enfermedades Raras, por su ayuda en la preparación de este informe, que fue traducido el 8 de marzo del 2025.
El bejel, también conocido como sífilis endémica, es una infección bacteriana crónica que afecta principalmente la piel y las membranas mucosas (los revestimientos húmedos dentro de la boca, la nariz y otras partes del cuerpo).1,2
El bejel es causado por una bacteria llamada Treponema pallidum subespecie endemicum (TEN), que pertenece a la misma familia que las bacterias que causan la sífilis, la pinta y el pian.1
El bejel usualmente afecta a niños entre los 2 y 15 años, principalmente en regiones cálidas y secas como algunas partes del Medio Oriente y África. En casos muy raros, personas en Europa y América del Norte también han sido diagnosticadas con bejel.1 El bejel se transmite principalmente por contacto directo con la piel o la boca, y por compartir utensilios para comer o beber.2 Aunque generalmente no se considera una infección de transmisión sexual, se han reportado casos raros de transmisión sexual.2,3
El tratamiento se hace con antibióticos.
Las señales y los síntomas del bejel progresan en tres etapas, similares a la sífilis:1,2,4,5
No se han descrito casos de infección congénita (infección presente en recién nacidos al nacer), lo que puede deberse a que la mayoría de las nuevas infecciones ocurren en niños en lugar de mujeres en edad fértil.6
Se ha observado una versión más leve del bejel en algunas áreas, donde los síntomas son menos frecuentes y menos severos, mostrando principalmente dolor en las piernas con cambios óseos.
El bejel hace parte de las treponematosis endémicas, un grupo de infecciones bacterianas crónicas causadas por treponemas, bacterias en forma de espiral. Específicamente, el bejel es causado por la infección con la bacteria Treponema pallidum endemicum.
Además del bejel, las treponematosis endémicas incluyen el pian, causado por Treponema pallidum subsp. pertenue, y la pinta (causada por T. carateum).1,3,4
El bejel, el pian y una enfermedad más común, la sífilis, son causados por bacterias que pertenecen a la especie Treponema pallidum. La sífilis es causada por Treponema pallidum subespecie pallidum. El Treponema pallidum pertenece a una familia de bacterias gramnegativas en forma de espiral, las Spirochaetaceae, y tiene una longitud de entre 10 y 15 micrones y un diámetro de 0.2 micrones, lo que la hace que no sea visto en un microscopio de luz normal, excepto bajo iluminación de campo oscuro.
Los treponemas penetran en el huésped humano a través de microlesiones en la piel, se adhieren a las células de la piel y se multiplican localmente. Después de la invasión, los organismos aparecen en los ganglios linfáticos en cuestión de minutos y se diseminan ampliamente en cuestión de horas, alcanzando y sobreviviendo en la piel y órganos distantes.
El bejel se transmite principalmente por contacto directo con la piel o la boca y por compartir utensilios para comer o beber. El bejel se ha detectado en lesiones genitales primarias y puede transmitirse sexualmente; se han reportado casos raros de transmisión sexual.2,3
El análisis del genoma completo (un proceso que examina todo el ADN, el material genético, de un organismo) se ha hecho en un número limitado de T. p. pallidum, T. p. pertenue y T. p. endemicum y ha mostrado que la similitud genética general entre las tres subespecies es muy alta (99.8%), lo que indica que están estrechamente relacionadas. Sin embargo, existen regiones específicas en el ADN donde las secuencias difieren, y estas regiones se utilizan para distinguir las diferentes subespecies. Por lo tanto, estas diferencias genéticas permiten el desarrollo de pruebas que pueden identificar y distinguir entre las diferentes cepas, algo que no es posible con otras pruebas.6 Actualmente se desconoce si estas pequeñas diferencias genéticas están directamente relacionadas con los signos y síntomas distintos de estas enfermedades.
El bejel ocurre principalmente en las zonas áridas del Sahel (la frontera sur del desierto del Sahara), incluyendo Senegal, Burkina Faso y Níger, en especial en niños menores de 15 años). El bejel también ha sido descrito entre los pueblos nómadas de la península arábiga (Arabia Saudita, Irak y Siria). Hubo un informe de tres casos de bejel en Turquía en 1995 (donde se consideraba que la enfermedad había sido eliminada), así como un informe de caso en Irán en 2012 y uno en Pakistán en 2013.6
El estado de endemicidad del bejel puede consultarse en el sitio web del Observatorio Mundial de la Salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En inglés.
Los médicos suelen hacer el diagnóstico basándose en las señales y síntomas, y observando la apariencia de las llagas o lesiones cutáneas, especialmente en personas que viven en o han viajado a áreas donde el bejel es común.
Sin embargo, diagnosticar el bejel puede ser muy difícil, especialmente en las primeras etapas de la enfermedad, porque se parece mucho a otras enfermedades causadas por bacterias treponémicas relacionadas, especialmente la sífilis (una infección de transmisión sexual) y el pian (una infección cutánea común en regiones tropicales).1,2,3
La historia clínica, especialmente los antecedentes de viajes o exposición, y el lugar de origen o residencia de la persona afectada, puede ser muy útil para hacer un diagnóstico. Por ejemplo, el bejel tiende a ocurrir en zonas secas como partes del Medio Oriente y el norte de África, y generalmente se transmite por contacto no sexual, como compartir utensilios o por contacto cercano de piel, a menudo en niños. La sífilis, en cambio, se transmite principalmente por vía sexual y se encuentra en todo el mundo, especialmente en adultos.1
Las siguientes son pruebas de laboratorio utilizadas para ayudar con el diagnóstico, pero los resultados pueden ser similares a otras infecciones treponémicas y no son específicas para Treponema pallidum endemicum, la treponema que causa el bejel:4,5,6
El análisis de las muestras de las lesiones (histopatología) se parece mucho al de la sífilis.6
La prueba llamada PCR (reacción en cadena de la polimerasa) puede detectar el ADN del tipo específico de bacteria Treponema que causa la infección. Sin embargo, esta prueba es más avanzada y puede no estar disponible en todos los países o regiones.2,4,5,6
Las radiografías u otras pruebas de imagen no son útiles para diagnosticar estas enfermedades, pero en etapas avanzadas pueden mostrar cambios en los huesos si la infección se ha diseminado allí.
El bejel puede curarse completamente con el tratamiento con antibióticos.
El tratamiento se hace con una inyección de penicilina G benzatina, que se administra en una sola dosis. Los niños menores de 10 años reciben una dosis menor (1.2 millones de unidades), mientras que los mayores de 10 años reciben una dosis mayor (2.4 millones de unidades).6
Esto se basa en el tratamiento de infecciones similares como el pian, ya que comparten muchas características con el bejel.
Una alternativa de tratamiento es la azitromicina, un antibiótico oral. La Organización Mundial de la Salud recomienda una sola dosis de azitromicina según el peso corporal (30 miligramos por kilogramo, hasta un máximo de 2 gramos). Tanto la penicilina como la azitromicina funcionan igual de bien en la mayoría de los casos.7
Si alguien es alérgico o no puede tolerar la penicilina o la azitromicina, el antibiótico doxiciclina es otra opción. Se toma en pastilla, 100 mg dos veces al día durante 14 días.4,5,6
Las personas que viven con alguien que tiene bejel o tienen contacto frecuente con esa persona, tengan o no síntomas, también deben ser tratadas. Esto ayuda a prevenir la propagación de la infección. Incluso las personas que no tienen síntomas pero que tienen testes positivos (bejel latente) deben recibir tratamiento si viven en una zona donde el bejel es común.Para personas con síntomas más avanzados (etapas tardías), se puede administrar una segunda inyección de penicilina una semana después de la primera.4,5,6
Las llagas en la piel dejan de ser contagiosas dentro de las 24 horas después de comenzar los antibióticos. Si las llagas no mejoran después de 4 semanas, puede ser necesario repetir el tratamiento.
La mayoría de las personas comienza a sentirse mejor entre 1 y 3 días después del tratamiento, y el dolor en las articulaciones y huesos mejora rápidamente. Medicamentos como el paracetamol pueden ayudar con las molestias.
Los apósitos secos pueden ayudar a mantener limpias las llagas y protegerlas mientras cicatrizan
Se recomienda hacer análisis de sangre con las pruebas VDRL (Venereal Disease Research Laboratory) y la prueba RPR (Rapid Plasma Reagin) para monitorear si el tratamiento está funcionando. En la mayoría de las personas, los niveles de los anticuerpos bajan cuatro veces en el transcurso de un año. Se recomienda repetir estas pruebas de sangre a los 6 y 12 meses después del tratamiento. Si los niveles no bajan como se espera, puede ser necesario un segundo tratamiento con penicilina.4,5,6
El sitio en la red de Clinical Trials, desarrollado por los Institutos Nacionales de la Salud, proporciona vida información sobre las investigaciones clínicas. Usted puede ver las investigaciones sobre esta condición en el siguiente enlace: Clinicaltrials.gov. Use el término “bejel” o un término más amplio como “trepanomatosis” para ver los estudios disponibles. Recomendamos que comparta esta información con los médicos para que analicen los estudios y determinen la indicación de la participación en algún estudio. (en inglés)
Para obtener información sobre los ensayos clínicos en Europa, póngase en contacto con: Clinicaltrialsregister.eu.
Usted puede aprender más sobre esta enfermedad en los siguientes sitios en la red:
Note que esta información puede ser bastante técnica por lo que recomendamos que la comparta con un profesional de la salud.
En español:
Los siguientes pueden tener informaciones actualizadas y recursos relevantes:
Las siguientes fuentes de información en inglés también pueden ser de utilidad:
Vea también nuestra página en inglés de NORD: Bejel.
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