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Enfermedad Hemolítica del Feto y del Recién Nacido

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Última actualización: 5/29/2025
Años publicados: 2025


Reconocimiento

NORD agradece sinceramente a Molly R. Sherwood, BA, Directora de Investigación, Allo Hope Foundation, y a Kenneth J. Moise Jr., MD, Profesor de Obstetricia y Ginecología, Departamento de Salud de la Mujer, Dell Medical School; Director, Comprehensive Fetal Care Center, Dell Children’s Medical Center, Austin, TX, por la preparación de este informe en inglés. El informe en inglés fue modificado y traducido al español por Gioconda Alyea, médica genetista brasileira, NORD, el 28 de mayo del 2025.


Resumen

La enfermedad hemolítica del feto y del recién nacido (HDFN, por sus siglas en inglés) es una afección en la que los glóbulos rojos del bebé se destruyen (hemolisis) más rápido de lo normal. Esto ocurre cuando la madre y el bebé tienen diferentes tipos de sangre, debido a la formación de anticuerpos maternos contra los glóbulos rojos del bebé.  Este proceso es conocido como aloimmunización materna. Durante el embarazo, estos anticuerpos maternos pueden atravesar la placenta, entrar en la sangre del bebé y destruir sus glóbulos rojos, causando anemia (recuento bajo de glóbulos rojos).

El niño está en riesgo de HDFN si su tipo de sangre coincide con el anticuerpo de la madre. Los síntomas pueden ser leves o graves.

La enfermedad puede prevenirse con una inyección durante el embrazo en los casos en que hay riesgo de tener la afección. El tratamiento se hace con transfusiones de sangre.

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Sinónimos

  • Aloimmunización materna
  • Enfermedad de Rh
  • Isoimmunización
  • Eritroblastosis fetal
  • Eritroblastosis del feto
  • HDFN
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Signos y Síntomas

En el bebé no nacido (feto), los síntomas de la enfermedad hemolítica del feto y del recién nacido pueden incluir:

  • Anemia, que puede detectarse mediante ecografías especializadas llamadas ecografías Doppler de la arteria cerebral media (MCA)
    • El flujo de sangre en el cerebro puede estar elevado en casos de anemia.
  • Hidropesia (en casos graves en que la anemia no es tratada), una condición seria en la que se acumula líquido en dos o más áreas del cuerpo de un feto que puede interferir con el funcionamiento de los órganos y, a menudo, provoca la muerte del bebé antes o después del nacimiento

En el recién nacido, los síntomas pueden incluir:

  • Palidez, letargo, irritabilidad, respiración rápida (taquipnea) y latidos del corazón rápido (taquicardia) debido a anemia, medida mediante análisis de sangre para hemoglobina/hematocrito
  • Color amarillento de la piel y del blanco de los ojos debido a niveles altos de bilirrubina en la sangre (hiperbilirrubinemia), medida mediante análisis de sangre para bilirrubina sérica total
  • Llanto agudo y convulsiones debido a encefalopatía por bilirrubina (en casos graves no tratados y raro en países desarrollados)
  • Recuento bajo de glóbulos blancos (neutropenia) en algunos casos
  • Recuento bajo de plaquetas (trombocitopenia) en algunos casos

Si no se trata o no se trata rápidamente, la HDFN puede progresar a hidropesía, fallo de múltiples órganos y muerte.

La hiperbilirrubinemia no es una preocupación mientras el bebé está dentro del útero, pero puede volverse grave en recién nacidos. Cuando se trata de forma adecuada, la mayoría de los bebés sobrevive (en 92-98% de los casos) pero no es tratada puede causar daño cerebral, retraso en el desarrollo, pérdida auditiva (sordera) o muerte.

Después del nacimiento, el niño sigue en riesgo de HDFN hasta que los anticuerpos maternos contra los glóbulos rojos se eliminan de su sangre, generalmente entre las 12 y 15 semanas de edad. Los problemas de salud a largo plazo son raros. Se han reportado dificultades en el desarrollo (como parálisis cerebral y problemas de audición) en el 4.8% de los niños que necesitaron transfusión intrauterina (IUT) por HDFN, pero esto fue, por lo general, en casos de hidropesía grave, que casi siempre es prevenible con monitoreo cercano y tratamiento oportuno y especializado.

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Causas y Herencia

Durante el embarazo, los glóbulos rojos (GR) del feto pueden pasar al torrente sanguíneo de la madre a través de la placenta. La enfermedad hemolítica del feto y del recién nacido (HDFN) ocurre cuando el sistema inmunológico materno reconoce esos glóbulos rojos como extraños y produce anticuerpos contra ellos. Estos anticuerpos atraviesan la placenta, atacan los glóbulos rojos del bebé y provocan su destrucción prematura (hemolisis).

Esto sucede cuando existe una incompatibilidad entre el tipo de sangre de la madre y el del feto. Esta incompatibilidad está relacionada con antígenos, pequeñas sustancias en la superficie de las células sanguíneas, que el sistema inmunológico puede identificar como extrañas. Esto se conoce como “aloinmunización”.

Hay varias formas en las que la sangre del feto puede no ser compatible con la de la madre. La más común se relaciona con los grupos sanguíneos A, B, AB y O. Aunque este tipo de incompatibilidad es frecuente, en la mayoría de los casos no causa complicaciones graves.

La forma más común de aloinmunización es la relacionada con el factor Rh, un antígeno conocido como “Rhesus” o antígeno D. El antígeno D o Rhesus es una proteína que se encuentra en la superficie de los glóbulos rojos y se considera el principal antígeno del sistema Rh. Las personas que tienen el antígeno D son Rh positivos, mientras que las que no lo tienen son Rh negativos.

Si la madre es Rh-negativa y el feto es Rh-positivo, la sangre de la madre puede producir anticuerpo anti-D contra el antígeno D (antígeno Rh). Estos anticuerpos pueden atravesar la placenta y causar anemia grave en el bebé. Debido a ser el tipo más común, la HDFN solía llamarse “enfermedad de Rh”.

Además, existen formas menos comunes de incompatibilidad relacionadas con otros antígenos menores. Aunque son menos frecuentes, también pueden desencadenar reacciones graves.

En adición, una mujer puede desarrollar aloinmunización contra los glóbulos rojos tras exponerse a sangre que no es la suya, por medio de una transfusión, o uso de drogas inyectables, o en la HDFN durante el embarazo cuando la sangre de la madre y el bebé puede mezclarse debido a hemorragias, abortos espontáneos, parto u otros procedimientos.

Es importante tener en cuenta que los antígenos son una parte normal de los glóbulos rojos. Mientras el feto se encuentra en el útero materno y poco después del nacimiento, los anticuerpos de la madre pueden atacar sus glóbulos rojos, pero la sangre del niño no presenta ninguna anomalía. Los anticuerpos de la madre simplemente reconocen el tipo de sangre del niño como algo distinto al suyo y atacan la sangre como si fuera un virus u otra enfermedad. Una vez que el niño se cura de la EHRN, no corre riesgo de padecer esta enfermedad en su vida ni en ninguno de sus futuros embarazos. Sin embargo, la madre aloinmunizada seguirá teniendo anticuerpos en todos sus embarazos y requerirá el tratamiento que se describe a continuación, pues, una vez que la mujer desarrolla anticuerpos, estos permanecen en su torrente sanguíneo para siempre, aunque los niveles pueden disminuir hasta volverse indetectables en ocasiones.

Además del anti-D, existen más de 50 antígenos en los glóbulos rojos que pueden causar HDFN. No existe un tratamiento preventivo para el desarrollo de estos anticuerpos, siendo los más comunes el anti-K, anti-E, anti-C y otros del sistema sanguíneo MNS y Duffy.

En una encuesta reciente realizada en EE. UU. entre mujeres con embarazos anteriores afectados por aloimmunización, el 47% tenía múltiples anticuerpos. Los anticuerpos específicos reportados fueron: anti-D (44%), anti-E (38%), anti-C (21%), anti-c (21%), anti-K (16%), anti-Fya (8%), anti-Jka (7%), seguidos por anti-G, anti-S, anti-k y otros.

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Frecuencia

En los Estados Unidos, una estimación de HDFN por Rh en 1986 fue de 106 por cada 100,000 nacimientos, según el análisis del Programa Nacional de Monitoreo de Defectos Congénitos. Desde entonces, estudios en han estimado tasas de aloimmunización de entre 740 y 1200 por cada 100,000 nacimientos, y tasas de HDFN entre 3 y 150 por cada 100,000 nacimientos, considerando anticuerpos Rh, ABO u otros anticuerpos contra glóbulos rojos. La variabilidad en estas estimaciones puede deberse a tamaños de muestra pequeños y diferencias en la severidad de HDFN reportadas. Un estudio reciente utilizó la encuesta nacional de altas hospitalarias de 1996 a 2010 para identificar recién nacidos con HDN y estimó tasas similares.

Se estima que la HDFN afecta entre 3 y 80 pacientes por cada 100,000 anualmente.

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Diagnóstico

En muchos países con sistemas de salud avanzados, a todas las mujeres embarazadas se les hace un análisis de sangre en el primer trimestre para buscar anticuerpos (cribado para detectar aloimmunización contra glóbulos rojos), es decir, defensas del cuerpo que podrían atacar los glóbulos rojos del bebé. Si se encuentra algún anticuerpo, se identifica cuál es y se mide su nivel en la sangre de la madre para saber si estos anticuerpos pueden causar la enfermedad hemolítica del feto y del recién nacido (HDFN), que puede dañar al bebé.

Como comentado antes, para que la HDFN ocurra, el bebé debe tener en su sangre una proteína (llamada antígeno) contra la cual se dirija el anticuerpo de la madre. Si el bebé no tiene ese antígeno, no hay riesgo. Por eso, es necesario averiguar si el bebé tiene o no esa proteína.

Esto puede saberse de tres formas. La más sencilla y segura es hacer una prueba llamada prueba de ADN fetal libre de células (cffDNA), donde se analiza una muestra de sangre de la madre para buscar fragmentos del ADN del bebé. Esta prueba tiene una precisión superior al 99.9% y ya se utiliza en muchos países, incluyendo Estados Unidos.

La segunda opción es hacer un análisis de sangre al padre del bebé. Este análisis muestra si el padre tiene una o dos copias del antígeno. Si tiene dos, el bebé lo heredará con seguridad. Si solamente tiene una copia del antígeno, hay un 50% de probabilidad de que el bebé lo herede y pueda verse afectado por los anticuerpos maternos.

La tercera opción es más invasiva y se llama amniocentesis. Consiste en extraer líquido del útero de la madre con una aguja para estudiar al bebé. Esta técnica solamente se utiliza si las dos opciones anteriores no están disponibles o no dan resultados claros, ya que puede aumentar los anticuerpos en la madre. Otra técnica similar, la biopsia de vellosidades coriónicas, se desaconseja totalmente porque también puede aumentar mucho el riesgo.

Si se confirma que el bebé tiene el antígeno o no se puede saber con certeza, se debe seguir el embarazo con mucho cuidado y estar listos para iniciar tratamiento a tiempo.

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Tratamiento

La enfermedad hemolítica del feto y del recién nacido puede ser prevenida con la administración de inmunoglubulina Rh. El desarrollo de inmunoglobulina Rh (RhIG, nombres comerciales: RhoGAM, Rhophlac, HyperRHO y WinRho) en los años 60 redujo el número de mujeres con aloinmunización anti-D en países desarrollados. La inyección de RhIG se administra a madres RhD negativas después de cualquier sangrado en el embarazo, de forma rutinaria a las 28 semanas de gestación y dentro de las 72 horas posteriores al parto. Esto previene que la madre con tipo de sangre Rh-negativo desarrolle anticuerpos anti-D al estar embarazada de un hijo con tipo de sangre Rh-positivo.

Aunque la RhIG previene la mayoría de los casos de aloinmunización anti-D, está aún puede ocurrir si se omite alguna dosis. Además, el acceso a la RhIG es muy limitado en algunos países. Actualmente, la aloinmunización se considera una enfermedad rara, pero todavía ocurren casos de aloinmunización por el antígeno D.

Aunque no es muy frecuente, si la enfermedad hemolítica del feto y del recién nacido (HDFN) aparece de manera grave y temprana, se necesita un control cercano con ecografías Doppler especiales y comenzar el tratamiento lo antes posible. El tratamiento principal en estos casos es la transfusión de sangre directamente al bebé mientras está en el útero (transfusiones intrauterinas). Esta transfusión se realiza con una aguja que entra por el abdomen de la madre y llega a una vena del cordón umbilical o, si es necesario, al abdomen del bebé. Solamente se hace en centros médicos muy especializados por médicos con experiencia.

Generalmente, estas transfusiones se repiten cada 2 a 3 semanas hasta que nazca el bebé. Es vital hacerlas en cuanto se detecta anemia en el bebé, incluso antes de que aparezcan señales más graves como la acumulación de líquidos en el cuerpo del bebé (hidropesía). Si se hace a tiempo, las probabilidades de que el bebé esté bien aumentan mucho. En los mejores centros, los riesgos de complicaciones de estas transfusiones son bajos (entre 2% a 3%).

En madres que han tenido casos graves anteriores o tienen niveles de anticuerpos muy altos, se pueden usar tratamientos especiales para retrasar la necesidad de la primera transfusión. Uno de ellos es la inmunoglobulina intravenosa (IVIG), un medicamento que se administra por vía intravenosa desde la semana 10 o 13 del embarazo. En casos muy complejos, se puede hacer una técnica llamada plasmaféresis, que limpia los anticuerpos de la sangre de la madre durante unos días, antes de iniciar con IVIG.

También hay estudios que muestran que, si la madre toma un medicamento llamado llamado fenobarbital durante los 10 días antes del parto, esto ayuda a que el hígado del bebé madure más rápido. Eso le permite procesar mejor los restos de glóbulos rojos destruidos después de nacer y reduce la necesidad de transfusiones más complejas.

Una vez que el bebé nace, los tratamientos más comunes son la fototerapia (uso de luces especiales para reducir la bilirrubina, que causa la ictericia) y las transfusiones mayores para corregir la anemia. En algunos casos, alrededor del 10%, se necesita una transfusión de recambio, en la que se reemplaza la sangre del bebé lentamente por sangre nueva de un donante. A veces también se administra inmunoglobulina intravenosa (IGIV) al bebé recién nacido, lo que puede ayudar a evitar la necesidad de más transfusiones.

Después de que el bebé va a casa, algunos médicos pueden recetar una hormona llamada eritropoyetina que estimula al cuerpo del bebé a producir nuevos glóbulos rojos. Esto puede disminuir la necesidad de futuras transfusiones.

Durante las primeras semanas de vida, es importante hacer análisis de sangre semanales al bebé para controlar su hemoglobina y su producción de glóbulos rojos semanales (recuentos de hemoglobina/hematocrito y reticulocitos). La mayoría de los bebés con HDFN se recuperan completamente entre las 12 y 15 semanas de vida y no presentan secuelas a largo plazo.

Como comentado antes, el bebé sigue en riesgo de sufrir los efectos de los anticuerpos maternos incluso después de nacer, hasta que esos anticuerpos desaparecen de su cuerpo, lo que ocurre usualmente entre la semana 12 y la 15 de vida. A partir de entonces, los problemas de salud relacionados a esta enfermedad son muy raros y la gran mayoría de los bebés se desarrollan con normalidad.

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Investigaciones

El sitio en la red de Clinical Trials, desarrollado por los Institutos Nacionales de la Salud, proporciona vida información sobre las investigaciones clínicas. Usted puede ver las investigaciones sobre esta condición en el siguiente enlace: Clinicaltrials.gov. Use el término “Hemolytic Disease of the Fetus and Newborn” para ver los estudios disponibles. Recomendamos que comparta esta información con los médicos para que analicen los estudios y determinen la indicación de la participación en algún estudio. (en inglés)

Para obtener información sobre los ensayos clínicos en Europa, póngase en contacto con: Clinicaltrialsregister.eu.

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Aprenda más

Usted puede aprender más sobre esta enfermedad en los siguientes sitios en la red:

Note que esta información puede ser bastante técnica por lo que recomendamos que la comparta con un profesional de la salud.

 

En español:

  • Orphanet, la base de dados europea de enfermedades raras.
  • Manual Merck, un servicio de información médica en la red.
  • Manual MCD, un servicio de información médica que tiene contenido relevante en dos versiones, para el profesional y para el público.

En inglés:

  • Medscape Reference, un sitio en la red que tiene información para médicos y profesionales de la salud. Es posible que se tenga que registrar, pero el registro es gratuito.
  • MedlinePlus, el sitio en la red de la Biblioteca Nacional de la Salud.
  • PubMed, un recurso gratuito donde se puede buscar artículos publicados de literatura médica. En la mayoría de los casos es posible ver los resúmenes del artículo y algunas veces se puede obtener la versión completa de un artículo de forma gratuita.

Vea también nuestra página en inglés de NORD: Hemolytic Disease of the Fetus and Newborn

 

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Centros médicos con experiencia en mi enfermedad

Cuando se tiene una enfermedad rara o poco frecuente es muy importante encontrar a un médico que tenga experiencia en el diagnóstico y en el manejo.  De forma general, se recomienda que las personas con enfermedades raras busquen ser atendidas en centros médicos universitarios o terciarios ya que es más probable que los médicos que trabajan en estos centros hayan visto casos similares o tengan interés en la investigación, además de que cuentan con equipos de múltiples especialistas que trabajan en conjunto.

NORD tiene una lista de centros de excelencia en enfermedades raras que incluye muchos de los mejores centros médicos y académicos de los Estados Unidos.  Recomendamos que los pacientes compartan esta información con sus médicos para que sean referidos al centro más adecuado y conveniente. Esta lista está en expansión.

Para aprender más sobre NORD visite el siguiente enlace:  NORD en Español.

Nota: El sitio web de la Organización Nacional de Enfermedades Raras (NORD), sus bases de datos y su contenido tienen derechos de autor de NORD. Ninguna parte del sitio web de NORD, las bases de datos o los contenidos pueden copiarse de ninguna manera, incluidos, entre otros, los siguientes: descarga electrónica, almacenamiento en un sistema de recuperación o redistribución con fines comerciales sin el permiso expreso por escrito de NORD.  Sin embargo, por la presente se otorga permiso para imprimir una copia impresa de la información sobre una enfermedad individual para su uso personal, siempre que dicho contenido no se modifique de ninguna manera y el crédito por la fuente (NORD) y el aviso de derechos de autor de NORD estén incluidos en la copia impresa. Cualquier otra reproducción electrónica u otras versiones impresas está estrictamente prohibida.

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Programas & Recursos

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Programas de asistencia RareCare®

Programas de Asistencia Adicional

Programa de Asistencia MedicAlert

NORD y la Fundación MedicAlert se han asociado en un nuevo programa para brindar protección a pacientes con enfermedades raras en situaciones de emergencia.

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Programa de Apoyo Educativo de Enfermedades Raras

Asegurarse de que los pacientes y los cuidadores estén equipados con las herramientas que necesitan para vivir su mejor vida mientras manejan su condición rara es una parte vital de la misión de NORD.

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Programa de descanso para cuidadores raros

Este programa de asistencia, primero en su tipo, está diseñado para los cuidadores de un niño o adulto diagnosticado con un trastorno raro.

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