Última actualización:
April 11, 2022
Años publicados: 2022
NORD agradece a Bryna Shemo, MA, CCRC, Coordinadora de Investigación Clínica, Registro de Leucemia LGL, y a Thomas P. Loughran Jr., MD, Director, Centro de Cáncer de la Universidad de Virginia, por la preparación de este informe en inglés. El informe en inglés fue traducido al español y modificado por Gioconda Alyea, médica genetista brasileira, el 5 de agosto del 2023.
La leucemia de linfocitos grandes granulares (LGLL, por sus siglas en inglés o leucemia LGL) es un trastorno sanguíneo crónico en el que hay un mayor número de grandes linfocitos granulares en la sangre periférica que se van acumulando con el tiempo.
Todas las células del cuerpo, incluidas las células de la piel, las células del hígado e incluso las células inmunitarias, están destinadas a morir y a ser reemplazadas por nuevas células a lo largo de la vida de una persona, pero en las personas afectadas con LGLL, los linfocitos grandes granulares no mueren cuando deberían. En general, LGLL es una enfermedad que progresa muy lentamente, pero estos cambios lentos pueden provocar infecciones frecuentes, anemia y sangrado fácil.
Por lo general, cuando alguien tiene una infección viral como la gripe, los antígenos extraños, como las proteínas virales, son reconocidos por un tipo específico de glóbulo blanco (generalmente una célula T) y hacen que se active para hacer otras células T para combatir el virus. Estas células liberan moléculas tóxicas para matar las células infectadas con el virus junto con señales inflamatorias llamadas citoquinas que le dicen al cuerpo que el virus ha invadido. El cuerpo responde dando prioridad a las funciones que combaten la gripe, como hacer que el cuerpo produzca linfocitos en lugar de otros tipos de células como glóbulos rojos, neutrófilos o plaquetas.
Cuando estas células T luchan con éxito contra el virus, estas células mueren para dejar espacio a otras células sanguíneas. La muerte de estas células T detiene la liberación de las señales inflamatorias y el cuerpo vuelve a su estado saludable de reposo. En las personas con leucemia LGL, estas células T no mueren, por lo que las señales inflamatorias siguen emitiéndose, incluso cuando ya no hay una infección viral. Las células sanguíneas leucémicas se acumulan y hay menos espacio para las células sanas. Las células leucémicas también liberan señales inflamatorias que le indican al cuerpo que produzca menos glóbulos rojos, plaquetas y neutrófilos.
La leucemia LGL fue reportada por primera vez por el Dr. Thomas Loughran en 1985 y descrita en la publicación «Leukemia of Large Granular Lymphocytes: Association with Clonal Chromosomal Abnormalities and Autoimmune Neutropenia, Thrombocytopenia and Hemolytic Anemia«. Como una enfermedad caracterizada por neutropenia (neutrófilos bajos), anemia (glóbulos rojos bajos) y trombocitopenia (plaquetas bajas). Los neutrófilos son células que tienen la función de matar cualquier sustancia extraña en el cuerpo antes de que puedan causar una infección. Los glóbulos rojos transportan oxígeno a los órganos y tejidos. Las plaquetas hacen que la sangre se coagule y detengan el sangrado cuando se produce una lesión. Las personas con neutrófilos bajos pueden tener infecciones recurrentes. Las personas con glóbulos rojos bajos pueden experimentar dificultad para respirar y fatiga. Las personas con plaquetas bajas pueden tener problemas para detener el sangrado cuando están lesionados.
La leucemia de linfocitos grandes granulares puede ser considerada como una forma poco común de la leucemia crónica.
Los síntomas más comunes de las personas afectadas con leucemia LGL están relacionados con las alteraciones en los neutrófilos, los glóbulos rojos y las plaquetas. Las alteraciones en los neutrófilos son los más comunes, seguidos de las alteraciones en los glóbulos rojos, siendo las alteraciones en las plaquetas las menos comunes. Las personas con leucemia LGL también pueden tener una combinación de estos cambios.
Los síntomas comunes de la leucemia LGL son:
Como se discutió anteriormente, las células LGL que no mueren continúan emitiendo las mismas señales inflamatorias que durante una infección activa, por lo que es probable que estos síntomas adicionales se deban a que el cuerpo continúa respondiendo a esas señales.
Las personas afectadas con leucemia LGL pueden tener:
Se desconoce la causa exacta de la leucemia LGL. La investigación ha mostrado que el desarrollo de la leucemia LGL ocurre después de la exposición a antígenos extraños, posiblemente debido a una infección viral.
Se propone que las células que luchan contra ese virus se transforman mediante cambios genéticos (mutaciones) y no pueden morir como normalmente lo harían después de haber luchado contra el virus. Estas mutaciones se desarrollan en un grupo de células maduras después del nacimiento, por lo que no se transmiten a los hijos de una persona afectada. Estudios de investigación recientes han catalogado los genes mutados con mayor frecuencia en la leucemia LGL.
En los Estados Unidos, se cree que la incidencia de leucemia LGL es de 0,2 a 0,72 casos por cada 1.000.000 de personas, pero es posible que haya más personas afectadas ya que muchas personas pueden no ser diagnosticadas. La incidencia de leucemia LGL aumenta con la edad. Por lo general, se diagnostica en personas mayores y rara vez ocurre en personas menores de 30 años. La leucemia LGL casi nunca afecta a los niños y es muy raro en personas menores de 20 años.
Las células de leucemia LGL pueden desarrollarse a partir de dos tipos diferentes de grandes linfocitos granulares:
El tipo asociado con las células NK es muy raro y representa solamente el 10%-15% de los casos.
La leucemia LGL de cualquier tipo generalmente es una enfermedad crónica de evolución lenta. Sin embargo, existe una forma agresiva de tipo NK de leucemia LGL llamada leucemia agresiva de células NK que se observa principalmente en poblaciones asiáticas y es claramente diferente del tipo crónico de leucemia del tipo NK. Por lo tanto, es importante contar con un estudio preciso y completo en que se analicen los marcadores conocidos de la leucemia LGL para categorizar correctamente el tipo de leucemia LGL.
La leucemia LGL generalmente se descubre cuando se observa un recuento de glóbulos blancos anormalmente alto y/o un número más bajo de glóbulos rojos, plaquetas o neutrófilos en un análisis de sangre de rutina. Los LGL tienen una morfología celular muy distintiva y pueden detectarse mediante un examen visual de un frotis de sangre en un portaobjetos de microscopio. Se establece un diagnóstico definitivo cuando hay un aumento en el número de LGL en la sangre que se expanden clonalmente. Se requiere la combinación de las siguientes pruebas:
Otras pruebas adicionales incluyen:
Biopsia de médula ósea: esta prueba se realiza extrayendo una muestra de médula ósea y evaluándola para determinar si hay células anormales presentes. Por lo general, esto no es necesario para hacer un diagnóstico de LGLL, ya que las pruebas anteriores se pueden realizar en la sangre. Sin embargo, a menudo se realiza temprano en el proceso de diagnóstico para garantizar que no se pase por alto una enfermedad más aguda o potencialmente mortal, como el síndrome mielodisplásico (MDS), al evaluar a personas afectadas con leucemia LGL.
Muchas personas recién diagnosticadas con leucemia LGL no necesitarán tratamiento durante algún tiempo después del diagnóstico. Estas personas ingresan a lo que se conoce como la fase de «observar y esperar» del manejo de su enfermedad. Exámenes físicos y análisis de sangre regulares para buscar un número decreciente de glóbulos rojos, plaquetas y neutrófilos junto con la aparición de nuevos síntomas relacionados con LGLL puede ser todo lo que se necesita. Una disminución en los recuentos sanguíneos por debajo de cierto nivel o la aparición de síntomas que afectan continuamente el funcionamiento físico pueden ayudar a determinar la necesidad de tratamiento.
Alrededor del 5% al 10 % de los pacientes con leucemia LGL nunca necesitan tratamiento en su vida. La necesidad de tratamiento aún se basa principalmente en el empeoramiento de los recuentos sanguíneos o síntomas especialmente relacionados con recuentos reducidos de neutrófilos o glóbulos rojos, no en el número de células leucémicas.
El tratamiento generalmente se recomienda cuando el recuento absoluto de neutrófilos (ANC) cae por debajo de 0,5 células x 10E9/L (500 células x 10E6/L en algunos laboratorios) o comienzan a ocurrir infecciones recurrentes, cuando la hemoglobina cae por debajo de 8,0 g/dL o una persona necesita transfusiones de sangre frecuentes, o cuando el recuento de plaquetas cae por debajo de 20 células x10E9/L. Las personas con enfermedad autoinmune asociada con la leucemia LGL, como la artritis reumatoide, pueden tratarse con medicamentos para controlar los síntomas de la enfermedad autoinmune y destruir las células LGLL. Las personas con síntomas graves que no caen en los rangos más bajos de conteo sanguíneo pueden comenzar el tratamiento antes de que los números caigan también en el rango de riesgo.
La decisión de iniciar el tratamiento es compleja y debe tomarse bajo la supervisión del médico tratante del paciente. El médico tratante también deberá monitorear más de cerca los niveles de las células de la sangre de una persona afectada durante el tratamiento para evaluar si el tratamiento es seguro y, más tarde, si está funcionando. Los medicamentos que se usan para tratar la leucemia LGL se llaman inmunosupresores. Se utilizan para disminuir la supervivencia de las células inmunitarias como los linfocitos. El tratamiento generalmente toma de 4 a 6 meses para mostrar una mejora estable de los recuentos sanguíneos bajos.
Los tres inmunosupresores que se utilizan en la leucemia LGL son metotrexato, ciclosporina A y ciclofosfamida. Todos se fabrican bajo varias marcas, por lo que se debe tener cuidado para verificar que los tratamientos recomendados se encuentren dentro de estas tres categorías. Cuando se administran en dosis muy altas, el metotrexato y la ciclofosfamida se usan como fármacos quimioterapéuticos, pero se usan en dosis mucho más bajas para actuar como inmunosupresores en la leucemia LGL. Por lo tanto, cuando se usan para tratar la leucemia LGL no tienen los mismos efectos secundarios que los quimioterapéuticos.
Aproximadamente el 90% de las personas con leucemia LGL mejoran con uno de estos tres medicamentos. Para el 10% de personas que no mejoran con ninguno de esos tres medicamentos, hay varias terapias alternativas disponibles, pero debido a que se han estudiado menos en la población de pacientes con leucemia LGL, se recomiendan caso por caso, después que los médicos discutan con el paciente su caso individual.
Además de los tratamientos que ayudan a que las células LGL afectadas mueran, existen terapias de apoyo que pueden ayudar a las personas con leucemia LGL. Estas terapias pueden ayudar a mantener a los pacientes saludables para que necesiten un tratamiento activo con menos frecuencia y puedan mantener estables sus otras células sanguíneas durante el tratamiento. Estos medicamentos de apoyo incluyen esteroides, como la prednisona, para ayudar a la médula ósea a producir células normales, factores estimulantes de colonias para respaldar el número de neutrófilos y transfusiones para ayudar a aumentar el recuento de glóbulos rojos o plaquetas.
También puede ser recomendado el uso de suplementos en personas afectadas con leucemia LGLL. Por ejemplo, se ha demostrado que la vitamina D tiene efectos de apoyo en el manejo de los efectos de la leucemia LGL y el folato también es un agente de apoyo común, especialmente cuando las personas toman el medicamento inmunosupresor metotrexato.
La Universidad de Virginia tiene un registro para las personas afectadas con leucemia LGL. LGL Leukemia Program and Registry at the University of Virginia. El Registro de Leucemia LGL es la única base de datos y banco de sangre y tejidos nacional de especímenes de pacientes con leucemia LGL. Debido a que la leucemia LGL es una forma rara de leucemia, las muestras del registro representan un recurso único para aprender más sobre la enfermedad con la esperanza de encontrar mejores tratamientos o, algún día, una cura. Estas muestras también permiten explorar la relación entre la leucemia LGL y enfermedades potencialmente relacionadas, como la artritis reumatoide.
El sitio en la red de Clinical Trials, desarrollado por los Institutos Nacionales de la Salud, proporciona información sobre las investigaciones clínicas. Usted puede ver las investigaciones sobre la leucemia de linfocitos grandes granulares en el siguiente enlace: Clinicaltrials.gov. Use el término “Large Granular Lymphocyte Leukemia” para ver los estudios disponibles. Recomendamos que comparta esta información con los médicos para que analicen los estudios y determinen la indicación de la participación en algún estudio. (en inglés)
Para obtener información sobre los ensayos clínicos en Europa, póngase en contacto con: Clinicaltrialsregister.eu
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University of Virginia LGL Program Website: LGL Leukemia Registry | UVA Health
Usted puede aprender más sobre esta enfermedad en los siguientes sitios en la red:
Las siguientes fuentes de información en inglés también pueden ser de utilidad:
Vea también nuestra página en inglés de NORD: Large Granular Lymphocyte Leukemia
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