Última actualización:
02/09/2023
Años publicados: 1989, 1996, 2003, 2004, 2007, 2009, 2012, 2015, 2018, 2023
NORD agradece a Edward R. Smith, MD, Departamento de Neurocirugía, Children’s Hospital Boston/Harvard Medical School, y R. Michael Scott, MD, Neurocirujano Jefe emérito, Children’s Hospital Boston, por su ayuda en la preparación de este informe en inglés. El informe en inglés fue traducido al español y modificado por Gioconda Alyea, médica genetista brasileira, el 1 de septiembre del 2023.
La enfermedad de Moyamoya es un trastorno progresivo que afecta los vasos sanguíneos del cerebro (cerebrovascular). Se caracteriza por el estrechamiento (estenosis) y/o cierre (oclusión) de la arteria carótida dentro del cráneo, una arteria principal que lleva sangre al cerebro. Al mismo tiempo, pequeños vasos sanguíneos en la base del cerebro se abren en el intento de suministrar sangre al cerebro en la parte más lejana (distal) de la obstrucción.
Estos pequeños vasos son los vasos “moyamoya”, que dan nombre a la enfermedad. Las alteraciones patológicas de los vasos se denominan arteriopatía de Moyamoya o vasculopatía. Un suministro de sangre inadecuado conduce a una reducción del nivel de oxígeno al cerebro, y es esta falta de oxígeno la que causa los signos de la enfermedad de Moyamoya.
Los síntomas communes incluyen:
La enfermedad de Moyamoya se puede encontrar en todo el mundo. Sin embargo, es más común en los países del este de Asia, especialmente en Corea, Japón y China. Esto puede deberse a ciertos factores genéticos de esas poblaciones. Aunque afecta con más frecuencia a los niños, aunque también pueden afectar a los adultos.
Aproximadamente entre el 10% y el 30% de los casos de la enfermedad de Moyamoya en los países asiáticos tienen una causa genética.
La enfermedad de Moyamoya es más común en personas que tienen anemia de células falciformes o síndrome de Down.
Aunque la enfermedad de Moyamoya puede ocurrir a cualquier edad, hay dos períodos en que es más común entre los cinco y diez años en los niños y entre los 30 y 50 años en los adultos.
Los niños con enfermedad de Moyamoya pueden presentar una variedad de síntomas, pero la mayoría presenta síntomas relacionados con la reducción del suministro de sangre al cerebro, incluidos:
Aunque los adultos con la enfermedad de Moyamoya también presentan signos y síntomas de isquemia cerebral, también tienen una mayor tendencia a sufrir hemorragia intracraneal que los niños, quizás debido a la ruptura de los pequeños vasos sanguíneos de Moyamoya causadas por presiones arteriales más altas observadas en la edad adulta.
En muchos casos se desconocen las causas de la enfermedad de Moyamoya. Sin embargo, se reconoce cada vez más que en muchos casos están presentes cambios genéticos (mutaciones o variantes patogénicas), en particular, ciertas variantes que pueden alterar la capacidad de las células del músculo liso de las paredes de las arterias afectadas para contraerse normalmente. También es importante saber que la enfermedad de Moyamoya se encuentra asociada con varios trastornos diferentes, como se comentó anteriormente.
Las investigaciones sugieren que el riesgo de tener la enfermedad puede transmitirse de padres a hijos y que puede ser causado por mutaciones en el gen RNF213. El gen RNF213 proporciona instrucciones para producir una proteína cuya función se desconoce. Sin embargo, las investigaciones sugieren que la proteína RNF213 participa en el correcto desarrollo de los vasos sanguíneos.
Las las personas con enfermedad de Moyamoya tienen niveles elevados de proteínas involucradas en el crecimiento de células y tejidos, incluido el crecimiento de vasos sanguíneos (angiogénesis). Un exceso de las proteínas RNF213 podría explicar el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos característicos de la enfermedad de Moyamoya.
Se han identificado dos mutaciones (variantes patogénicas) están asociadas con poblaciones específicas de personas afectadas con la enfermedad de Moyamoya.
Hay estudios que muestran una asociación con alteraciones en los genes MMP, VEGF, PDGFRB y TGFB, todos ellos implicados en el funcionamiento normal de los vasos.
Se cree que, las variantes del gen RNF213 deberían considerarse variantes de susceptibilidad (variantes que aumentan el riesgo de tener la enfermedad) en lugar de variantes causantes de MMD. Los estudios futuros deben identificar cómo las diferentes vías genéticas y factores ambientales interactúan con el gen RNF213 para causar la enfermedad de Moyamoya.
La enfermedad de Moyamoya secundaria ocurre en varios trastornos o afecciones subyacentes diferentes, incluidas neurofibromatosis tipo I, anemia de células falciformes y síndrome de Down, aunque ahora se sabe que puede haber muchas afecciones que pueden estar asociadas a la enfermedad de Moyamoya. En personas susceptibles (que tienen un mayor riesgo de tener esta enfermedad), la enfermedad puede ocurrir después de la radioterapia dirigida al cerebro para tratar ciertos tumores cerebrales como el glioma óptico o el craneofaringioma. A diferencia de la enfermedad de Moyamoya primaria, la enfermedad secundaria puede presentarse con cambios angiográficos que afectan solamente a un lado del cuerpo. Este proceso puede seguir siendo unilateral o, en aproximadamente el 30% de los pacientes, puede progresar hasta involucrar a la otra parte.
Herencia
La enfermedad de Moyamoya primaria puede transmitirse genéticamente como un rasgo autosómico recesivo y representa aproximadamente el 10% de todos los casos en Japón.
La susceptibilidad a la enfermedad de Moyamoya-2 (MYMY2) que se confiere por la variación en el gen RNF213 se puede transmitir de forma autosómica dominante o recesiva.
Heredar una enfermedad, afección o rasgo específico depende del tipo de cromosoma afectado. Los dos tipos son cromosomas autosómicos y cromosomas sexuales. También depende de si el rasgo es dominante o recesivo.
Una mutación en un gen en uno de los primeros 22 cromosomas no sexuales puede llevar a un trastorno autosómico.
Los genes vienen en pares. Un gen en cada par proviene de la madre y el otro del padre. La herencia recesiva significa que ambos genes de un par deben ser anormales para causar la enfermedad. Las personas con solo un gen defectuoso en el par se consideran portadoras. Estas personas con mucha frecuencia no son perjudicadas por esta afección. Sin embargo, les pueden transmitir el gen anormal a sus hijos.
Las enfermedades autosómicas recesivas solo se expresan cuando se heredan 2 copias del alelo recesivo, mientras que las enfermedades autosómicas dominantes se expresan cuando solo se hereda 1 copia del alelo dominante.
Cada uno de los padres de una persona con una afección autosómica recesiva portan una copia del gen mutado, pero por lo general no muestran signos ni síntomas de la afección. El riesgo de tener un hijo o hija afectado(a) en cada embarazo es de 25% en cada embrazo.
Una persona afectada con un trastorno autosómico dominante tiene un 50% de chance de pasar el gen mutado y así tener un hijo afectado y 50% de pasar la copia normal del gen y de tener un hijo no sano, en cada embarazo.
En Japón, la enfermedad de Moyamoya suele presentarse en mujeres menores de 20 años. En Japón, se estima que la enfermedad ocurre en 1 de cada 300.000 personas. Aunque Moyamoya fue reportada originalmente en personas de ascendencia japonesa, se han notificado casos en otras partes de Asia, así como en Europa, América del Norte y del Sur, y la mayoría de las series notificadas en el hemisferio occidental tienen una minoría de pacientes de ascendencia asiática.
En América del Norte la mayoría son casos aislados, y la literatura reciente sugiere que menos del 4% de los casos en esta población son familiares.
En la mayoría de los pacientes, el diagnóstico de la enfermedad de Moyamoya se puede realizar mediante un examen de resonancia magnética del cerebro.
La arteriografía cerebral confirma el diagnóstico, establece el grado exacto de estrechamiento de los vasos sanguíneos, y muestra los patrones de flujo sanguíneo existentes en diversas áreas del cerebro lo que permite tomar decisiones de tratamiento; por estos motivos, siempre se recomienda la arteriografía como el diagnóstico estándar para esta afección. En particular, la angiografía con catéter puede ayudar a identificar vasos sanguíneos importantes llamados «colaterales transdurales», que están presentes en algunos casos y pueden influir mucho en la planificación y el pronóstico de la cirugía.
El tratamiento médico de la enfermedad de Moyamoya se ha utilizado para tratar muchos de los síntomas de la enfermedad de Moyamoya y, a menudo, es una parte importante del tratamiento del paciente.
Los medicamentos usados para el tratamiento incluyen:
No hay ningún medicamento disponible que detenga la progresión del estrechamiento de la arteria cerebral y la enfermedad seguirá progresando en la gran mayoría de los pacientes independiente del tratamiento.
Los procedimientos quirúrgicos están diseñados para restablecer el suministro de sangre al cerebro desviando el suministro de sangre del cuero cabelludo a la superficie del cerebro y evitando así la pérdida progresiva del flujo sanguíneo del hemisferio cerebral.
Hay muchos procedimientos quirúrgicos propuestos para tratar la Moyamoya y se han dividido en operaciones denominadas “indirectas” y “directas”.
Los procedimientos indirectos, generalmente realizados en niños y pacientes más jóvenes, incluyen sinangiosis pial, encefalomiosinangiosis (EMS), encefaloduroarteriosinangiosis (EDAS), inversión dural y otras variantes similares.
Estas operaciones implican la colocación de estructuras vascularizadas del cuero cabelludo y/o las membranas que rodean el cerebro en la superficie del cerebro, lo que en la mayoría de los pacientes con la enfermedad de Moyamoya inducirá el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en el cerebro.
El procedimiento directo más común implica la sutura directa de un vaso sanguíneo del cuero cabelludo, la arteria temporal superficial, a una rama de la arteria cerebral media en la superficie del cerebro. Los resultados a largo plazo después de la cirugía de cualquier tipo han sido bastante buenos, observándose prevención a largo plazo de los accidentes cerebrovasculares en series publicadas de pacientes pediátricos y adultos. Las pautas actuales de la Asociación Estadounidense de Accidentes Cerebrovasculares para accidentes cerebrovasculares pediátricos respaldan el uso de la revascularización quirúrgica en los niños afectados.
Se ha demostrado que es muy importante para qu el tratamiento tenga éxito que se haga en un centro de tratamiento con experiencia en la enfermedad de Moyamoya.
Es importante destacar que datos recientes demuestran que el factor más importante para predecir un resultado quirúrgico exitoso es recibir tratamiento en un centro que atiende a un gran volumen de pacientes con Moyamoya cada año.
Los resultados a largo plazo después de la cirugía de cualquier tipo han sido bastante buenos; se ha observado prevención a largo plazo de los accidentes cerebrovasculares en series publicadas de pacientes pediátricos y adultos, incluidas décadas de seguimiento de pacientes que dieron a luz con éxito y participaron en todo tipo de deportes y empleo.
Se recomienda asesoramiento genético a los pacientes y sus familias si tienen una forma hereditaria de enfermedad de Moyamoya.
El sitio en la red de Clinical Trials, desarrollado por los Institutos Nacionales de la Salud, proporciona información sobre las investigaciones clínicas. Usted puede ver las investigaciones sobre la enfermedad de Pompe en el siguiente enlace: Clinicaltrials.gov. Use el término “Pompe disease” pare ver los estudios disponibles. Recomendamos que comparta esta información con los médicos para que analicen los estudios y determinen la indicación de la participación en algún estudio. (en inglés)
Para obtener información sobre los ensayos clínicos en Europa, póngase en contacto con: Clinicaltrialsregister.eu
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Usted puede aprender más sobre esta enfermedad en los siguientes sitios en la red:
Las siguientes fuentes de información en inglés también pueden ser de utilidad:
Vea también nuestra página en inglés de NORD: Moyamoya disease.
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