Última actualización:
April 07, 2009
Años publicados: 2001, 2004, 2009
La viruela es una enfermedad muy infecciosa causada por el virus variola. Se caracteriza por síntomas como fiebre, sensación general de malestar, dolores de cabeza y de espalda, seguidos por el desarrollo de una erupción y lesiones en la piel en un plazo de dos a tres días. El virus tiene dos cepas principales: variola major y variola minor.
En 1980, la Asamblea Mundial de la Salud declaró erradicada (eliminada) la viruela, y desde entonces no ha habido casos de viruela de aparición natural; sin embargo, en los últimos años han resurgido las preocupaciones sobre su posible uso como arma bioterrorista.
La viruela es una enfermedad grave que progresa a través de distintas etapas, desde los síntomas iniciales hasta el desarrollo de la erupción y, finalmente, la formación de costras y la recuperación.
Período de incubación (7-17 días):
El periodo de incubación comienza después de que una persona este expuesta al virus de la viruela y dura una media de 12 días, aunque puede variar de 7 a 17 días. Durante este período, el virus está en el cuerpo, pero no se presentan síntomas ni se siente enfermo. Las personas no son contagiosas en esta etapa.
Síntomas iniciales (2-4 días): (aparecen después del período de incubación)
Los primeros síntomas de la viruela suelen incluir fiebre alta, fuertes dolores de cabeza, dolor de espalda y una sensación general de malestar. Algunas personas también pueden presentar vómitos, dolor abdominal intenso y delirio. En este punto, la mayoría de las personas se sienten demasiado enfermas para continuar con sus actividades normales. Durante esta etapa, las personas pueden volverse contagiosas, pero el riesgo es mayor en las etapas siguientes.
Erupción temprana (alrededor de 4 días):
De dos a tres días después de que comienzan los síntomas iniciales, aparecen pequeñas manchas rojas en la lengua y en la boca. Estas manchas se convierten rápidamente en llagas que se abren y liberan grandes cantidades del virus en la boca y la garganta. Esto marca el comienzo de la etapa más contagiosa.
Luego después, las lesiones de la boca se extienden a la piel, comenzando en la cara y rápidamente pasando a los brazos, piernas, manos, pies y, finalmente, a todo el cuerpo en 24 horas. A medida que la erupción se extiende, la fiebre puede disminuir y la persona puede comenzar a sentirse un poco mejor. Como en el cuarto día de la erupción, las llagas se llenan de un líquido espeso y opaco, a menudo con una abolladura en el centro, y la fiebre puede aumentar nuevamente.
Erupción pustulosa (alrededor de 10 días):
Alrededor del sexto día de la erupción, las llagas se convierten en pústulas, protuberancias redondas y firmes que se sienten como guisantes debajo de la piel. Esta etapa dura aproximadamente 10 días, durante los cuales las personas siguen siendo altamente contagiosas. Después de aproximadamente 5 días, las pústulas comienzan a formar costras.
Periodo de recuperación (aproximadamente 2 semanas):
Al final de la segunda semana después de que apareció la erupción, la mayoría de las llagas habrán formado costras. Aproximadamente durante la semana siguiente, estas costras comienzan a caerse, dejando marcas o cicatrices en la piel. Esta etapa dura aproximadamente 6 días.
Las personas siguen siendo contagiosas hasta que se han caído todas las costras, lo que suele ocurrir aproximadamente tres semanas después de que aparece la erupción. Después de cuatro semanas, una vez que se han caído todas las costras, las personas ya no son contagiosas.
La viruela se clasifica en dos cepas según la gravedad de la enfermedad:
La viruela puede provocar complicaciones graves que ponen en peligro la vida, entre ellas:
Es importante notar que la enfermedad fue erradicada y que no hay ningún reporte a nivel mundial desde 1977.
La viruela es causada por el virus variola y se propaga principalmente a través del contacto de persona a persona mediante la inhalación de gotitas respiratorias que echa una persona infectada. El virus también puede propagarse a través del contacto directo con materiales contaminados, como ropa o ropa de cama. Las personas son más contagiosas durante la primera semana de la enfermedad.
La viruela existió durante miles de años hasta que la Organización Mundial de la Salud la declaró extinta en mayo de 1980. El último caso conocido de viruela ocurrió en Somalia, África, en 1977.
Los únicos reservatorios conocidos del virus de la viruela se encuentran en dos lugares: los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en Atlanta y los laboratorios del gobierno ruso cerca de Moscú. Sin embargo, los funcionarios del gobierno temen que se puedan mantener depósitos secretos en otros lugares y que se puedan liberar deliberadamente como un acto de guerra (bioterrorismo).
Las personas con sistemas inmunológicos debilitados, como las que padecen leucemia, linfoma o SIDA, serían más susceptibles a la infección por viruela si la enfermedad se reintrodujera en la sociedad.
La viruela está erradicada y, por lo tanto, los médicos en la actualidad no tienen experiencia con esta enfermedad. Incluso un caso de viruela sería una emergencia de salud pública. Cuando la enfermedad aún existía, los médicos hacían el diagnóstico con base en la apariencia de la erupción en la piel. El diagnóstico se podía confirmar al encontrar ADN viral o anticuerpos contra la viruela en muestras de sangre o tejido de la piel.
En Estados Unidos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades utilizan laboratorios especiales para analizar muestras de tejido para detectar la viruela. Esta prueba puede determinar con certeza si una persona tiene el virus. La OMS elaboró materiales de capacitación diseñados para ayudar al personal de salud a reconocer la viruela y evitar errores diagnósticos comunes. Smallpox recognition card (en inglés)
Antes de 1972, las vacunas contra la viruela se administraban rutinariamente a los niños en los Estados Unidos. Sin embargo, la inmunidad proporcionada por esta vacuna generalmente dura solo de 10 a 15 años, lo que significa que quienes fueron vacunados cuando eran niños pueden ya no estar protegidos. Aunque la viruela fue erradicada y el virus ya no existe en la naturaleza, las vacunas siguen siendo una herramienta fundamental en caso de un brote.
Las vacunas contra la viruela, conocidas como vacunas contra el virus vaccinia, se elaboran a partir del virus vaccinia, un poxvirus similar al virus de la viruela pero menos dañino. Las dos vacunas contra la viruela autorizadas en los EE. UU. son ACAM2000 y APSV, ambas vacunas capaces de replicarse y que pueden proteger contra la viruela si se administran antes de la exposición o dentro de la semana posterior al contacto con el virus.
Una vez que se han desarrollado los síntomas de la viruela, en particular las erupciones en la piel, la vacuna ya no es eficaz. Si bien las vacunas contra la viruela no están disponibles para el público, hay suficientes vacunas almacenadas para vacunar a todos los habitantes de los Estados Unidos en caso de que se produzca un brote. Estados Unidos ha mantenido un suministro de emergencia de la vacuna y, en 2000-2001, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) trabajaron con empresas farmacéuticas para producir más vacunas en caso de una amenaza de bioterrorismo.
En casos raros, la vacuna contra la viruela puede causar reacciones graves. Estas pueden tratarse con un anticuerpo especial llamado inmunoglobulina vaccinia intravenosa (humana) o VIGIV, que fabrica DynPort Vaccine Company LLC. Este tratamiento fue aprobado por la FDA en 2005.
Aunque no existe ningún tratamiento para la viruela que haya demostrado ser eficaz en personas que padecen la enfermedad, varios medicamentos antivirales han demostrado ser prometedores en estudios de laboratorio y con animales. Estos incluyen:
Debido a que estos medicamentos no se han probado en personas enfermas de viruela, no está claro qué tan efectivos serían para tratar la enfermedad. Sin embargo, se consideran opciones potenciales en caso de un brote de viruela. La Reserva Nacional Estratégica del gobierno de los EE. UU. incluye tecovirimat y brincidofovir para garantizar la preparación para una emergencia de salud pública relacionada con la viruela.
El sitio en la red de Clinical Trials, desarrollado por los Institutos Nacionales de la Salud, proporciona información sobre las investigaciones clínicas. Usted puede ver las investigaciones sobre esta enfermedad en el siguiente enlace: Clinicaltrials.gov. Use el término “Bartonellosis” para ver los estudios disponibles. Recomendamos que comparta esta información con los médicos para que analicen los estudios y determinen la indicación de la participación en algún estudio. (en inglés)
Para obtener información sobre los ensayos clínicos en Europa, póngase en contacto con: Clinicaltrialsregister.eu
Bennett JC, Plum F, eds. Cecil Textbook of Medicine. 20th ed. Philadelphia, PA: W.B. Saunders Co; 1996: 1765-68.
Fields BN, et al. Fields Virology, 2nd ed. New York, NY: Raven Press; 1990:2113-33.
Mandell GL, et al. eds. Mandell, Douglas and Bennett’s Principles and Practice of Infectious Diseases. 4th ed. New York, NY: Churchill Livingstone Inc; 1995:1328-29.
Henderson DA, et al. Smallpox as a biological weapon. Medical and public health management. JAMA. 1999;281:2127-37.
Georges AJ, et al. Biohazards due to Orthopoxvirus: should we re-vaccinate against smallpox? Med Top (Mars). 1999;59:483-87.
Usted puede aprender más sobre esta enfermedad en los siguientes sitios en la red:
Note que esta información puede ser bastante técnica por lo que recomendamos que la comparta con un profesional de la salud.
En español:
Las siguientes fuentes de información en inglés también pueden ser de utilidad:
Vea también nuestra página en inglés de NORD: Smallpox.
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