Última actualización:
March 07, 2018
Años publicados: 1985, 1986, 1990, 1991, 1992, 1994, 1995, 1996, 1997, 1999, 2000, 2003, 2007, 2008, 2009, 2012, 2015, 2018
NORD agradece profundamente a George J. Brewer, MD, Profesor Emérito de Genética Humana Morton S. y Henrietta K. Sellner, Profesor Emérito de Medicina Interna, Departamentos de Genética Humana y Medicina Interna, Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan, por su asistencia en la preparación de este informe en inglés. El informe en inglés fue traducido al español y modificado por Gioconda Alyea, médica genetista brasileira, el 17 de octubre del 2024.
La enfermedad de Wilson es un trastorno genético raro caracterizado por el almacenamiento excesivo de cobre en varios tejidos del cuerpo, en particular, en el hígado, el cerebro y las córneas de los ojos. La enfermedad es progresiva y, si no se trata, puede causar enfermedad del hígado (hepática), disfunción del sistema nervioso central y puede ser fatal. El diagnóstico y tratamiento temprano pueden prevenir discapacidades graves a largo plazo y complicaciones potencialmente mortales.
Es causada por cambios (variantes patogénicas o mutaciones) en el gen ATP7B. La herencia es autosómica recesiva.
El tratamiento es de por vida y tiene como objetivo reducir la cantidad de cobre acumulado en el cuerpo y mantener niveles normales de cobre posteriormente.
La enfermedad de Wilson (EW) es un trastorno genético raro que afecta la capacidad del cuerpo para procesar y eliminar el cobre, lo que lleva a la acumulación de cobre en órganos vitales como el hígado y el cerebro. Aunque la enfermedad generalmente comienza con problemas hepáticos en la infancia, muchos síntomas pueden no aparecer hasta la adolescencia o la adultez temprana.
Para muchas personas, especialmente los niños, la enfermedad de Wilson se manifiesta primero como una enfermedad hepática. Los síntomas pueden variar de leves a graves, incluyendo:
Algunos niños pueden tener una lesión hepática asintomática, lo que significa que no muestran síntomas, pero tienen pruebas hepáticas anormales. Con el tiempo, esto puede progresar a cirrosis (una enfermedad del hígado en que hay una cicatrización del hígado que impide que funcione de forma normal) o incluso a insuficiencia hepática aguda, una condición grave que requiere atención médica inmediata.
En adolescentes y adultos, la enfermedad por lo general puede afectar el cerebro y el sistema nervioso, presentando síntomas neurológicos o psiquiátricos:
La mayoría de las personas afectadas con EW que tienen síntomas neurológicos también tienen un síntoma que se conoce como anillos de Kayser-Fleischer, que son depósitos de cobre de color marrón oxidado alrededor de las córneas de los ojos. Estos pueden ser observados por un oftalmólogo y son una “marca característica” de la enfermedad de Wilson, aunque no están presentes en todas las personas afectadas.
Los síntomas psiquiátricos pueden variar ampliamente y pueden incluir:
En la mayoría de los casos, los síntomas psiquiátricos aparecen junto con los síntomas neurológicos o se desarrollan como tres años después de los síntomas neurológicos.
Algunas mujeres (especialmente mujeres jóvenes) presentan problemas menstruales y hormonales debido a la disfunción hepática, lo que conduce a:
La enfermedad de Wilson también puede resultar en otras complicaciones de salud, incluyendo:
La enfermedad hepática es la señal más común al inicio, pero algunos niños también pueden experimentar síntomas neuropsiquiátricos. Durante la adolescencia, la enfermedad hepática puede volverse grave, pero también pueden desarrollarse síntomas neurológicos y psiquiátricos. La insuficiencia hepática puede ocurrir con mayor frecuencia en la adolescencia, particularmente en mujeres jóvenes.
En adultos, los síntomas neuropsiquiátricos tienden a dominar, aunque la enfermedad hepática sigue siendo común. La cirrosis (cicatrización del hígado) está presente en aproximadamente el 38% de los niños y el 58% de los adultos al momento del diagnóstico.
Las mujeres son más propensas a presentar enfermedad hepática, especialmente en la infancia, mientras que los hombres tienen más probabilidades de desarrollar síntomas neurológicos con la edad.
Como se comentó anteriormente, algunas personas con enfermedad de Wilson pueden no mostrar síntomas durante muchos años o nunca desarrollar síntomas notables. Muchas personas con enfermedad de Wilson son diagnosticadas debido a pruebas de función hepática anormales, incluso antes de que aparezcan otros síntomas.
La enfermedad de Wilson es causada por cambios (variantes patogénicas o mutaciones) en el gen ATP7B, que tiene un papel importante en el transporte del exceso de cobre desde el hígado hacia la bilis, para ser excretado por el cuerpo a través de los intestinos. Se han identificado más de 300 variantes diferentes del gen ATP7B.
Herencia
La enfermedad de Wilson se hereda de manera autosómica recesiva. Las enfermedades genéticas autosómicas recesivas se producen cuando una persona hereda dos copias de un gen anormal, uno de cada padre. Si una persona hereda un gen normal y un gen anormal, será portadora de la enfermedad, pero generalmente no mostrará síntomas. El riesgo de que dos padres portadores transmitan el gen alterado y tengan un hijo afectado es del 25% en cada embarazo. El riesgo de tener un hijo que sea portador, como los padres, es del 50%, y el riesgo de que un hijo herede genes normales es del 25%. Este riesgo es el mismo para hombres y mujeres.
Los padres que son parientes cercanos (consanguíneos) tienen una mayor probabilidad de portar el mismo gen anormal, lo que aumenta el riesgo de que sus hijos tengan un trastorno genético recesivo.
Aunque las estimaciones varían, se cree que la enfermedad de Wilson afecta a aproximadamente 1 de cada 30,000 a 40,000 personas en todo el mundo. Aproximadamente 1 de cada 90 personas puede ser portadora del gen de la enfermedad. Aunque solamente se han diagnosticado entre 2,000 y 3,000 casos en los Estados Unidos, muchas personas afectadas pueden ser mal diagnosticadas con otros trastornos neurológicos, hepáticos o psiquiátricos. Según una estimación, podría haber alrededor de 9,000 personas afectadas por la enfermedad de Wilson en los Estados Unidos.
La enfermedad de Wilson es un trastorno raro que afecta a hombres y mujeres por igual. Está presente en todas las razas y grupos étnicos.
La enfermedad de Wilson puede diagnosticarse mediante una evaluación clínica detallada, una historia completa del paciente y pruebas especializadas.
El diagnóstico y tratamiento temprano son esenciales para prevenir el daño permanente al hígado, el cerebro y otros órganos.
El diagnóstico de la enfermedad de Wilson implica varios pasos, que incluyen una evaluación clínica, pruebas especializadas de sangre y orina, pruebas genéticas y, en algunos casos, un estudio de una biopsia hepática (muestra del tejido del hígado).
Paso 1:
Paso 2:
Paso 3 (si es necesario):
Además, se pueden realizar pruebas adicionales como la prueba de desafío con D-penicilamina, que mide la excreción de cobre después de tomar el medicamento.
Pruebas de diagnóstico adicionales incluyen:
Dado que ninguna de las pruebas de laboratorio disponibles es completamente precisa y específica para la enfermedad de Wilson y a veces los síntomas no están presentes, en 2001 se estableció una puntuación diagnóstica (conocida como puntuación de Ferenci), basada en los síntomas, las pruebas de laboratorio, histología (análisis de tejido) y la genética, que ha demostrado tener buena precisión diagnóstica, especialmente en casos poco claros.
El Índice Pronóstico de la enfermedad de Wilson se utiliza para evaluar a las personas con enfermedad de Wilson que tienen insuficiencia hepática aguda para predecir la necesidad de un trasplante de hígado (LT). Considera factores como los niveles de bilirrubina (el pigmento amarillo de la bilis, el líquido secretado por el higado, que proviene de la destrucción de las células de la sangre) , enzimas hepáticas, INR (una medida de la coagulación de la sangre), el recuento de glóbulos blancos y la albúmina, una proteína producida por el hígado.
Dado que muchos de los síntomas son similares a los encontrados en otras afecciones, es necesario que los médicos tengan una alta sospecha de la enfermedad, especialmente cuando están viendo niños y adolescentes con problemas hepáticos o neurológicos inexplicables.
La enfermedad de Wilson (EW) es una afección crónica de por vida causada por la incapacidad del cuerpo para eliminar correctamente el exceso de cobre. El tratamiento se centra en reducir los niveles de cobre para prevenir la progresión de la enfermedad y revertir los síntomas causados por la acumulación de cobre en órganos como el hígado y el cerebro. El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son esenciales para mejorar los resultados y prevenir complicaciones graves. Es importante entender que el tratamiento es de por vida.
El tratamiento para la enfermedad de Wilson depende de la etapa de la enfermedad:
La enfermedad de Wilson se trata utilizando tres tipos principales de medicamentos que actúan eliminando el cobre del cuerpo o previniendo su absorción de los alimentos:
Un efecto secundario temido para las personas tratadas con D-penicilamina o trientina es el rápido empeoramiento de los síntomas neurológicos dentro de los meses posteriores al inicio del tratamiento, posiblemente causado por la movilización rápida de grandes cantidades de cobre.
Para la enfermedad hepática leve a moderada, se suele utilizar una combinación de trientina y zinc durante 4-6 meses, seguida de una terapia de mantenimiento con trientina o zinc solo. La penicilamina también puede usarse, pero se prefiere menos debido a sus efectos secundarios.
El seguimiento regular es esencial para asegurarse de que los niveles de cobre se mantengan controlados y para evitar efectos secundarios de los medicamentos.
El monitoreo incluye pruebas de cobre en orina de 24 horas (para medir cuánto cobre está siendo excretado por la orina), prueba de cobre no unido a ceruloplasmina (una prueba de sangre que mide la cantidad de cobre tóxico no ligado a la ceruloplasmina), pruebas de función hepática para monitorear la salud del hígado y comprobar si hay signos de mejoría o empeoramiento, y pruebas de orina para las personas que toman quelantes como penicilamina o trientina (las pruebas de orina se utilizan para detectar proteínas o células sanguíneas, que podrían indicar problemas renales).
Interrumpir el tratamiento puede provocar una rápida acumulación de cobre y complicaciones potencialmente mortales, por lo que es fundamental que las personas afectadas sigan su régimen de medicación sin cambiarlo.
Si se hace el plan de tratamiento y se toma la medicación prescrita, la mayoría de las personas afectadas por la enfermedad de Wilson pueden llevar vidas saludables y activas. Sin embargo, el diagnóstico de EW a menudo se retrasa y con frecuencia hay falta de adherencia al necesario tratamiento de por vida. Incluso en personas con enfermedad clínicamente estable y bien controlada, la EW puede resultar en una disminución de la calidad de vida.
Para las personas con insuficiencia hepática grave o insuficiencia hepática aguda, un trasplante de hígado puede ser la única opción para la supervivencia a largo plazo. Los trasplantes pueden restaurar la función hepática normal y detener la progresión de la enfermedad de Wilson. Sin embargo, la necesidad de un trasplante de hígado en casos neurológicos es controvertida y debe decidirse caso por caso.
Hay investigaciones en curso para encontrar mejores tratamientos para la enfermedad de Wilson, incluyendo:
La Wilson Disease Association ofrece actualizaciones sobre el tratamiento y los avances, así como muchos recursos útiles para los pacientes y profesionales de la salud.
La American Association for the Study of Liver Diseases (AASLD) (Asociación Americana para el Estudio de Enfermedades Hepáticas) ha desarrollado recomendaciones para el tratamiento de la enfermedad de Wilson, que están disponibles en el artículo titulado: Wilson disease: a summary of the updated AASLD Practice Guidance (Enfermedad de Wilson: un resumen de la Guía de Práctica AASLD actualizada). Tenga en cuenta que este artículo es en inglés y contiene muchos términos médicos.
El sitio en la red de Clinical Trials, desarrollado por los Institutos Nacionales de la Salud, proporciona información sobre las investigaciones clínicas. Usted puede ver las investigaciones sobre la diabetes insípida nefrogénica en el siguiente enlace: Clinicaltrials.gov. Use el término “Wilson disease” para ver los estudios disponibles. Recomendamos que comparta esta información con los médicos para que analicen los estudios y determinen la indicación de la participación en algún estudio. (en inglés)
Para obtener información sobre los ensayos clínicos en Europa, póngase en contacto con: Clinicaltrialsregister.eu
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Usted puede aprender más sobre esta enfermedad en los siguientes sitios en la red:
Note que esta información puede ser bastante técnica por lo que recomendamos que la comparta con un profesional de la salud.
En español:
Las siguientes fuentes de información en inglés también pueden ser de utilidad:
Vea también nuestra página en inglés de NORD: Wilson disease.
NORD y la Fundación MedicAlert se han asociado en un nuevo programa para brindar protección a pacientes con enfermedades raras en situaciones de emergencia.
Aprende más https://rarediseases.org/patient-assistance-programs/medicalert-assistance-program/Asegurarse de que los pacientes y los cuidadores estén equipados con las herramientas que necesitan para vivir su mejor vida mientras manejan su condición rara es una parte vital de la misión de NORD.
Aprende más https://rarediseases.org/patient-assistance-programs/rare-disease-educational-support/Este programa de asistencia, primero en su tipo, está diseñado para los cuidadores de un niño o adulto diagnosticado con un trastorno raro.
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