Última actualización: July 11, 2022
Años publicados: 1994, 1997, 2000, 2002, 2012, 2022
NORD agradece a Abigail Feda y Meghan Schmitt, pasantes editoriales de NORD de la Universidad de Notre Dame, Joseph Farris, PhD, profesor de biología, Saginaw Valley State University, y Jee Bang, MD, profesor asistente de neurología, profesor asistente de psiquiatría y comportamiento. Ciencias, Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins, División de Trastornos del Movimiento, Director Clínico, Centro de Enfermedades de Huntington de Johns Hopkins, Codirector, Programa de Becas para Trastornos del Movimiento, Co-investigador principal, Centro de Excelencia de Investigación LBDA, por su ayuda en la preparación de este informe en inglés. El informe en inglés fue traducido al español y modificado por Gioconda Alyea, médica genetista brasileira, el 16 de octubre del 2023.
La degeneración corticobasal (CBD) es un raro trastorno neurológico progresivo caracterizado por la pérdida de células y el deterioro de áreas específicas del cerebro.
Las personas afectadas a menudo tienen trastornos del movimiento que, en el comienzo, afectan una extremidad que pueden extenderse tanto a los brazos como a las piernas. Los síntomas incluyen rigidez muscular e incapacidad para realizar movimientos voluntarios o intencionados (apraxia). Las personas afectadas pueden tener suficiente fuerza muscular para tareas manuales, pero tienen dificultades para dirigir sus movimientos de manera adecuada.
Aunque históricamente el CBD se describió como una enfermedad motora, ahora se reconoce que los síntomas cognitivos y conductuales también están asociados con el CBD y, a menudo, preceden a los síntomas motores. Los signos iniciales suelen aparecer en personas de entre 60 y 70 años y pueden incluir dificultades del lenguaje, mala coordinación y problemas de memoria. Se desconoce la causa exacta del CBD; sin embargo, puede estar relacionado con la acumulación de proteína tau en el cerebro.
Debido a que los signos y síntomas asociados con el CBD con frecuencia son causados por otros trastornos neurodegenerativos, los investigadores utilizan el término “síndrome corticobasal” refiriéndose a un hallazgo clínico que puede estar presente en estas enfermedades. La “degeneración corticobasal” se diagnostica después de que una persona ya ha muerto, mediante una autopsia que revela los criterios necesarios de anomalías de las vías cerebrales específicas del CBD. Esta es una distinción importante porque menos de la mitad (35%-50%) de las personas que presentan síntomas de síndrome corticobasal durante la vida tienen CBD en la autopsia. La autopsia neuropatológica tiene como finalidad estudiar de una manera reglada las posibles lesiones que han podido tenido lugar en el sistema nervioso, es decir, el cerebro y la medula espinal.
Ahora se reconoce que el CBD confirmado en los exámenes de autopsia a menudo comienza como una alteración cognitiva o del comportamiento. Además, como comentado antes, los rasgos cognitivos y motores característicos no son específicos del CBD, pero pueden ocurrir con otros trastornos neurodegenerativos, incluida la parálisis supranuclear progresiva (PSP), la demencia frontotemporal y la enfermedad de Alzheimer (EA). Esto ha llevado a algunos expertos a utilizar el término “síndrome corticobasal” (SCB) para los casos con diagnóstico clínico, reservando “CBD” para los casos con confirmación neuropatológica (examen de autopsia).
Los síntomas, progresión, gravedad y presentación del CBD pueden variar mucho de una persona a otra. Es importante tener en cuenta que es posible que las personas afectadas no presenten todos los síntomas que se describen a continuación. Los pacientes deben hablar con su médico y equipo médico sobre su caso específico, los síntomas asociados y el pronóstico general.
Las señales y síntomas pueden incluir:
Los síntomas generalmente comienzan en un lado del cuerpo (unilateral), pero generalmente progresan con el tiempo hasta afectar ambos lados y las cuatro extremidades. Los brazos suelen verse afectados antes que las piernas, pero en casos raros, las piernas pueden mostrar los síntomas primero.
Los síntomas adicionales del CBD pueden incluir:
Los síntomas adicionales que pueden ocurrir incluyen:
También puede haber:
Durante muchos años, se pensó que el CBD era una afección neurológica asociada principalmente con trastornos del movimiento. En los últimos años, los investigadores han observado que las anomalías cognitivas y conductuales ocurren con más frecuencia de lo que se creía inicialmente. A medida que avanza el CBD, es posible que las personas afectadas se vuelvan incapaces de comunicarse de manera efectiva. Con el tiempo, las personas con esta enfermedad pueden quedar postrados en cama y ser susceptibles a complicaciones potencialmente mortales como neumonía, infecciones bacterianas, infección de la sangre (sepsis) o bloqueo de una o más de las arterias principales de los pulmones, generalmente debido a coágulos de sangre (embolia pulmonar).
Según el HPO, la Ontología del Fenotipo Humano, los síntomas que puede haber incluyen:
Se desconoce la causa subyacente exacta del CBD. Los investigadores creen que múltiples factores diferentes contribuyen al desarrollo del trastorno, como los cambios ambientales y el envejecimiento.
Los síntomas del CBD se desarrollan debido al deterioro progresivo del tejido cerebral. La pérdida de células nerviosas ocurre en áreas específicas, lo que provoca atrofia o encogimiento en lóbulos específicos del cerebro. La gravedad y el tipo de síntomas dependen del área del cerebro afectada por la enfermedad. La corteza cerebral y los ganglios basales son las dos áreas más típicamente afectadas, aunque otras partes del cerebro pueden verse afectadas. La corteza cerebral es la capa externa de tejido nervioso que rodea el cerebro (hemisferios cerebrales) llamada materia gris. La corteza cerebral participa en funciones cerebrales superiores, incluidos el movimiento voluntario, la memoria, el aprendizaje y la coordinación de la información sensorial. Los ganglios basales son un grupo de células nerviosas involucradas en funciones motoras y de aprendizaje.
Los investigadores han determinado que una proteína llamada “tau” desempeña un papel en el desarrollo del CBD. Tau es un tipo específico de proteína que normalmente se encuentra en las células cerebrales. La función de tau dentro de las células nerviosas es compleja y no se comprende completamente, aunque se cree que está asociada con una función cerebral saludable, ya que contribuye al transporte de nutrientes. En el CBD, se acumulan niveles anormales de tau en determinadas células cerebrales, lo que acaba provocando su deterioro. Estas proteínas tau también están hiperfosforiladas, lo que significa que se unen grupos fosfato adicionales a la proteína, lo que desestabiliza el transporte de nutrientes.
El papel exacto que desempeña tau en el desarrollo del CBD no se comprende completamente, y las anomalías que involucran a tau también se observan en otros trastornos cerebrales neurodegenerativos, como la enfermedad de Alzheimer, la parálisis supranuclear progresiva, la enfermedad de Niemann-Pick tipo C y la demencia frontotemporal con parkinsonismo vinculado al cromosoma 17 (FTDP-17). Estos trastornos en conjunto se denominan “tauopatías”.
Herencia
Dado que el CBD se produce de forma aleatoria, se considera una enfermedad no hereditaria. Sin embargo, puede existir una base genética dado que existen casos familiares raros. Algunas investigaciones han encontrado vínculos entre el CBD y una variante del gen MAPT, que proporciona instrucciones para producir la proteína llamada tau, que se encuentra en todo el sistema nervioso, incluso en las células nerviosas (neuronas) del cerebro. Los investigadores han descubierto que el haplotipo H1 de MAPT, un gen tau, está presente en personas con CBD con mayor frecuencia que en los controles. Sin embargo, no todos los pacientes con CBD tienen la variante, y no todas las personas con la variante genética desarrollan CBD.
El CBD suele aparecer en poblaciones de mayor edad. No se han reportado casos confirmados de CBD en personas menores de 40 años. Las personas entre 50 y 70 años son susceptibles, siendo la edad promedio de aparición del CBD 64 años. Algunos estudios han sugerido que la enfermedad es ligeramente más prevalente entre las mujeres.
Se estima que el trastorno afecta 5 personas de cada 100.000 en la población general, con aproximadamente 1 caso nuevo por año por cada 100.000 personas. El CBD también representa entre el 4% y el 6% de los pacientes con parkinsonismo. Sin embargo, es posible que los casos no se diagnostiquen o se diagnostiquen erróneamente, lo que dificulta determinar la frecuencia real del CBD en la población general.
El diagnóstico definitivo de CBD sólo puede confirmarse después de la muerte del paciente durante la autopsia. Sin embargo, se sospecha del CBD si se presentan síntomas neurológicos característicos en un curso lentamente progresivo en ausencia de un derrame cerebral, un tumor u otra lesión estructural. Es difícil distinguir el CBD de otros trastornos neurodegenerativos similares, por lo que a los pacientes con signos y síntomas similares se les diagnostica “síndrome corticobasal” (a diferencia del diagnóstico definitivo de “degeneración corticobasal”) durante la atención clínica). Uno de los diagnósticos erróneos más comunes de CBD es la parálisis supranuclear progresiva (PSP).
Durante la autopsia, la PSP y el CBD se pueden diferenciar por la ubicación de las proteínas tau acumuladas. En general, el CBD afecta principalmente a la sustancia blanca y las regiones corticales, mientras que la PSP muestra más efectos en las regiones profundas de la materia gris.
No existen pruebas específicas para el diagnóstico de CBD en vida, pero los investigadores actualmente están buscando ver si la fotografía por emisión de positrones (exploración PET) o la tomografía computarizada por emisión de fotón único (exploración SPECT) pueden descubrir cambios relacionados con el trastorno. Un diagnóstico clínico se realiza basándose en un examen neurológico detallado que incluye una variedad de pruebas especializadas.
Pruebas clínicas y análisis
Se pueden utilizar técnicas de imágenes como la tomografía computarizada (CT) y la resonancia magnética (MRI) para descartar otras afecciones o revelar la degeneración del tejido cerebral dentro de la corteza cerebral y los ganglios basales. Durante la tomografía computarizada, se utilizan una computadora y rayos X para crear una película que muestra imágenes transversales de ciertas estructuras de tejido, incluido el cerebro. Una resonancia magnética utiliza pulsos de campo magnético para producir imágenes transversales de órganos y tejidos corporales como el cerebro.
Si bien no existe un tratamiento específico para frenar la progresión del CBD, existen tratamientos disponibles para controlar los síntomas.
Las personas afectadas pueden recibir tratamiento con ciertos medicamentos para los síntomas del movimiento, como levodopa y medicamentos similares que normalmente se usan para tratar la enfermedad de Parkinson. Estos medicamentos generalmente son ineficaces, pero pueden ayudar con la lentitud o rigidez que experimentan algunas personas.
Los espasmos musculares (mioclono) se pueden controlar con medicamentos como el clonazepam; sin embargo, las benzodiazepinas deben usarse con moderación, ya que pueden tener efectos secundarios no deseados en estas personas.
La toxina botulínica (Botox) se ha utilizado para tratar las contracturas y el dolor, pero no restablece la capacidad de controlar los movimientos. El baclofeno es otro medicamento que puede usarse para tratar la rigidez muscular.
Se pueden recetar medicamentos llamados inhibidores de la colinesterasa para controlar los problemas de memoria y otros síntomas. Estos incluyen medicamentos como donepezilo, rivastigmina y galantamina.
La fisioterapia puede ser beneficiosa para mantener la movilidad y el rango de movimiento de las articulaciones rígidas y rígidas y prevenir la tensión muscular (contracturas). La terapia ocupacional es beneficiosa para evaluar la seguridad del hogar de una persona afectada y para determinar qué equipo médico adaptativo puede aumentar la independencia de una persona. La terapia del habla puede ser beneficiosa en el tratamiento de personas cuyas anomalías del habla y del lenguaje están asociadas con el CBD. Las personas afectadas pueden necesitar dispositivos como un bastón o un andador para ayudarse a caminar.
El sitio en la red de Clinical Trials, desarrollado por los Institutos Nacionales de la Salud, proporciona información sobre las investigaciones clínicas. Usted puede ver las investigaciones sobre una condición especifica el siguiente enlace: Clinicaltrials.gov. Use el término “Corticobasal degeneration” para ver los estudios disponibles sobre esta condición. Recomendamos que comparta esta información con los médicos para que analicen los estudios y determinen la indicación de la participación en algún estudio. (en inglés)
Para obtener información sobre los ensayos clínicos en Europa, póngase en contacto con: Clinicaltrialsregister.eu.
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Usted puede aprender más sobre esta enfermedad en los siguientes sitios en la red:
Las siguientes fuentes de información en inglés también pueden ser de utilidad:
Vea también nuestra página en inglés de NORD: Corticobasal Degeneration.
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