Última actualización:
3/13/2024
Años publicados: 2024
NORD agradece a William T. Gibson, MD, PhD, científico clínico senior, UBC y el Instituto de Investigación del Hospital Infantil de Columbia Británica, por la preparación de este informe en inglés. El informe en inglés fue traducido al español y modificado por Gioconda Alyea, médica genetista brasileira, el 16 de abril del 2024.
El síndrome de Cohen-Gibson es un trastorno del desarrollo neurológico caracterizado por retrasos en el desarrollo o discapacidad intelectual, crecimiento excesivo con estatura alta para su edad, cabeza grande, manos y pies grandes y rasgos faciales que son inusuales.
El síndrome de Cohen-Gibson es causado por cambios que causan enfermedades (variantes patogénicas o mutaciones) en el gen EED. Se hereda de forma autosómica dominante.
No existe cura ni un tratamiento específico para el síndrome de Cohen-Gibson. La gestión se centra en apoyar a niños y adultos jóvenes a medida que adquieren habilidades motoras, de comunicación oral y sociales. Las personas con sospecha de síndrome de Cohen-Gibson deben ser remitidos a un pediatra general y, eventualmente, a un genetista clínico o un neurólogo pediátrico. Si hay un pediatra del desarrollo disponible, se recomienda una evaluación detallada del desarrollo.
Las señales y síntomas son variados y pueden incluir:
Aún no se sabe bien el pronóstico y se desconoce si hay algunas personas afectadas que finalmente viven de forma independiente cuando son adultos, ya que la mayoría de los casos notificados hasta ahora han sido niños.
En algunos casos se han informado tumores cancerosos en personas con este síndrome como los tumores de la vaina de los nervios periféricos, pero no se sabe si estos tumores son más frecuentes en las personas con este síndrome o no, y no hay recomendaciones específicas o protocolos de detección de cáncer para las personas afectadas con síndrome de Cohen-Gibson. Sin embargo, las personas afectadas con síndrome de Cohen-Gibson que tengan síntomas inexplicables que no desaparecen (por ejemplo, palidez, anemia, dolor abdominal, masas en el abdomen, masas en la piel y justo debajo de la piel) deben ser remitidos a los especialistas médicos adecuados.
El síndrome de Cohen-Gibson es causado por variantes patogénicas (o probablemente patogénicas) en un gen llamado EED (desarrollo de ectodermo embrionario).
El gen EED tiene las instrucciones para fabricar (codificar) la proteína EED, una proteína que coopera con varias otras proteínas, incluidas EZH2 y SUZ12, para formar un paquete de proteínas llamado PRC2 (complejo represivo 2 de Polycomb). La función del complejo PRC2 es ayudar a las células a almacenar genes que no se necesitan utilizar, un proceso llamado “compactación de la cromatina”.
Esencialmente, cuando las células madre (células que dan origen a otras células) del cuerpo necesitan convertirse en un órgano específico, deben descartar todos sus genes de células madre, así como todos los genes que usarían si se convirtieran en un órgano diferente. De esta manera, las células musculares eliminarían todos los genes “no musculares” (como los genes específicos del tejido adiposo, los ojos, los huesos, etc.) y dejarían activados los genes “sólo musculares”. Las células óseas eliminarían todos los genes “no óseos” (incluidos los genes que renuevan las células madre) y dejarían activados los genes “solo óseos”.
El complejo PRC2 agrega una modificación a las proteínas histonas en el núcleo de la célula para ayudar a que estas proteínas histonas se empaqueten entre sí (y el ADN que las envuelve) más estrechamente. Si el complejo PRC2 no funciona con plena eficacia, como cuando hay una variante patógena presente en el gen EED, algunos genes permanecen activados durante más tiempo y esto afecta la forma en que se desarrollan los tejidos del cuerpo.
Dado que la proteína EED se une a las proteínas EZH2 y SUZ12, los científicos creen que las variantes patogénicas en los genes EZH2 y SUZ12 tienen efectos muy similares en el complejo PRC2 que las variantes patogénicas en EED. Esta es probablemente la razón por la cual las enfermedades genéticas asociadas con el gen EZH2 (síndrome de Weaver) y con el gen SUZ12 (síndrome de Imagawa-Matsumoto) tienen características similares al síndrome de Cohen-Gibson (consulte “Trastornos con síntomas similares” a continuación).
Herencia
La herencia del síndrome de Cohen-Gibson es autosómica dominante. La mayoría de las personas tienen dos copias del gen EED que trabajan normalmente. Al nacer un niño o niña la madre aporta un gen EED en el óvulo y el padre aporta un gen EED en el espermatozoide. Si falta una copia del gen EED (“eliminada” o “delectada”) o el gen EED sufre un cambio (variante patogénica o mutación) que modifica y reduce su eficiencia la persona nacerá con el síndrome de Cohen-Gibson.
El síndrome de Cohen-Gibson se considera una afección autosómica dominante, porque sólo se necesita una copia del gen con una variante para causar la enfermedad.
En el caso de las enfermedades autosómicas dominantes, el riesgo de que una persona afectada transmita la variante dominante es del 50% con cada embarazo. No está claro si las variantes patógenas del gen EED pueden tener efectos sobre la fertilidad masculina o femenina, o sea, si es posible que las personas afectadas puedan tener hijos, pero se conocen algunos casos de madres afectadas que tuvieron hijos afectados.
Cuando surge una variante por primera vez en una persona afectada con el síndrome, sin que haya sido heredada de los padres, se supone que la variante del gen en esta persona afectada ha surgido de nuevo (de novo). En estas situaciones, el riesgo de que los padres de la persona afectada tengan otro(a) hijo(a) afectado(a) es de más o menos 1%. En estas personas, se supone que la variante está presente en alguna proporción de los espermatozoides o de los óvulos, aunque no en todas las células de uno de los padres. Entonces se piensa que uno de los padres tiene “mosaicismo” para la variante, pero si no tiene signos o síntomas, se considera que no está afectado.
El síndrome de Cohen-Gibson es muy raro y se desconoce la verdadera incidencia y prevalencia de la afección. Hasta 2024, en la literatura médica se han informado menos de 10 pacientes con este trastorno. No parece haber una población o raza específica que se vea afectada con más frecuencia que otras.
Unos estudios de secuenciación de ADN extensos que han agregado datos de cientos de miles de personas sanas y personas con una variedad de enfermedades han mostrado que aproximadamente 1 de cada 500 personas tiene una “variante rara detectable de significado incierto” (VUS) en el gen EED, pero la mayoría de las variantes del gen EED no causarán el síndrome de Cohen-Gibson, es decir, no son patogénicas ni probablemente patogénicas.
El diagnóstico del síndrome de Cohen-Gibson requiere un examen clínico realizado por un médico, así como pruebas genéticas que identifiquen una posible variante patogénica en el gen EED.
Es importante que el laboratorio que haga las pruebas genéticas sea acreditado. Los resultados de las pruebas de laboratorios que no están acreditados para realizar pruebas de grado clínico no deben usarse para el diagnóstico, ya que tanto los resultados “falsos positivos” como los “falsos negativos” darían como resultado un diagnóstico incorrecto.
Actualmente no existe cura para el síndrome de Cohen-Gibson y no existen medicamentos específicos para este síndrome. El manejo actual consiste en cuidados de apoyo y en el control de los síntomas que la persona afectada tenga. A menudo se requieren múltiples visitas a especialistas en los primeros años de vida de la persona afectada.
Neurodesarrollo
Si es posible, los bebés y niños pequeños (de 0 a 3 años) deben inscribirse en programas de intervención temprana para ayudarlos con los hitos del desarrollo (por ejemplo, gatear, caminar y alimentarse). Es probable que sea útil una evaluación formal realizada por un pediatra del desarrollo antes de que se comience la escuela. En los Estados Unidos, existen programas de intervención temprana financiados con fondos federales en todos los estados. Muchas provincias canadienses también ofrecen programas financiados de intervención temprana para bebés y niños pequeños. Cuando sea posible, los programas de apoyo al desarrollo deben continuar hasta la edad preescolar y se debe preparar un plan de educación individualizado (IEP) o un informe similar para ayudar a los maestros y asistentes a que hagan programas personalizados.
Se recomiendan consultas periódicas por el pediatra del desarrollo, después de la consulta inicial, siempre que sea posible, ya que el desarrollo de cada niño puede avanzar a diferentes ritmos en diferentes conjuntos de habilidades (por ejemplo, en la motricidad gruesa, en la motricidad fina, el habla). El apoyo al habla (lingüístico) en forma de terapia del habla y, cuando sea necesario, con dispositivos de comunicación de asistencia, puede ser útil para que los niños afectados puedan hablar mejor.
En los Estados Unidos, hay una variedad de apoyos disponibles, incluido un IEP (plan de educación individualizado), un plan 504 (que prohíbe la discriminación basada en la discapacidad), inscripción en la Administración de Discapacidades del Desarrollo (DDA) y Seguridad de Ingreso Suplementario (SSI). Las familias deben hablar con los proveedores de cuidado de sus hijos sobre los apoyos disponibles en su área.
Síntomas neurológicos
El tono muscular bajo (“hipotonía”) es frecuente en los niños pequeños hasta los 5 años. En los niños que tienen un tono muscular elevado (hipertonía) puede haber contracturas articulares y los niños afectados pueden beneficiarse de la terapia ocupacional (por ejemplo, para la motricidad fina), la fisioterapia (para fortalecer y tratar contracturas articulares) o la fisiatría pediátrica (medicina física y de rehabilitación).
Hasta el momento se han descrito convulsiones solamente en una persona afectada. Por eso, en este momento no se recomienda hacer un electroencefalograma (EEG) de rutina para todos los pacientes, pero se debe realizar si se sospecha que hay convulsiones. El tratamiento de las convulsiones debe seguir protocolos estándar, o sea, el tratamiento se hace de la misma forma que en la población general con los mismos medicamentos anticonvulsivos que se usan en otras personas que no son afectadas.
Problemas musculoesqueléticos
Las contracturas articulares pueden afectar las articulaciones pequeñas de los dedos de manos y pies, pero también pueden afectar articulaciones más grandes, como los codos, las caderas y las rodillas. La evaluación ortopédica para pies planos y otros problemas, como anomalías de la marcha, puede ser beneficiosa, y las plantillas ortopédicas o los zapatos ortopédicos pueden usarse teniendo en cuenta las necesidades de la persona afectada.
Debido a que se reportó un caso de inestabilidad de la columna cervical que requirió cirugía para aliviar la compresión de la médula espinal cerca de la base del cráneo después de la aparición repentina de dificultades para caminar durante una clase de gimnasia, aunque todavía no se recomiendan radiografías o tomografías computarizadas de rutina de la columna cervical, los médicos deben investigar bien cuando hay síntomas de aparición repentina. Las curvaturas anormales de la columna, como la curvatura lateral exagerada (escoliosis) y la joroba (cifosis), se tratan según protocolos estándar como en cualquier persona.
Salud mental/comportamiento
Se debe considerar que cualquier niño con un trastorno del desarrollo neurológico tiene un mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental, incluidas ansiedad y depresión. Los niños con dificultades de socialización y/o de conducta deben recibir una evaluación para detectar el trastorno del espectro autista.
Control de glucosa/endocrino
Los niveles bajos de glucosa en sangre (hipoglucemia) pueden estar relacionados o no con una alimentación deficiente o niveles de la hormona insulina que sean altos. Se debe controlar la glucosa en sangre si hay dificultades para alimentarse en el período del recién nacido. Se desconoce el riesgo de diabetes de inicio en la niñez o en la edad adulta.
Visión y audición
Los ojos bizcos (estrabismo) y los errores de refracción, incluida la miopía, son comunes. Los exámenes de la vista y los exámenes oculares de rutina deben hacerse con base en los síntomas que la persona afectada presente. Cuando hay retrasos del habla se recomienda una evaluación auditiva apropiada para la edad.
Dormir
Las personas que tienen un ciclo irregular de sueño-vigilia o somnolencia durante el día deben hacerse un estudio del sueño. La apnea del sueño (pausas respiratorias al dormir) no es una característica importante del síndrome de Cohen-Gibson, pero puede ser tratada, cuando se identifica.
Otros sistemas
Se debe considerar hacer un ecocardiograma si hay soplos en el corazón.
Si hay nevos pigmentados (“lunares”), se deben monitorear para detectar cambios en tamaño, borde, color, simetría y elevación por encima de la piel.
Asesoramiento genético
Un asesor genético puede interpretar los resultados de las pruebas genéticas y puede evaluar los riesgos reproductivos. Debido a que el síndrome de Cohen-Gibson generalmente es causado por variantes de novo, se cree que los riesgos para los padres de una persona afectada de tener un segundo hijo afectado son bajos (~1%). Las pruebas realizadas a los padres para detectar si tiene la misma variante encontrada en el niño o la niña afectado(a) pueden aclarar estos riesgos reproductivos. Si se identifica una “variante de significado incierto (VUS)” en el gen EED, las pruebas para detectar esta variante en los padres pueden ayudar a reclasificar la variante como “variante probablemente patogénica” o “variante probablemente benigna”.
Apoyo a la familia
Las familias pueden necesitar cuidados de relevo para niños, adolescentes y familiares adultos con necesidades especiales. Los trabajadores de apoyo a domicilio y/o los trabajadores sociales pueden ayudar a identificar los recursos disponibles localmente.
El Laboratorio del Profesor Gibson en la Universidad en Columbia (University of British Columbia) hace un registro de historia natural para las personas afectadas con el síndrome de Cohen-Gibson. Para informaciones adicionales visite el siguiente enlace: https://bcchr.ca/wgibson.
El sitio en la red de Clinical Trials, desarrollado por los Institutos Nacionales de la Salud, proporciona información sobre las investigaciones clínicas. Usted puede ver las investigaciones sobre esta enfermedad en el siguiente enlace: Clinicaltrials.gov. Use el término “Cohen-Gibson syndrome” para ver los estudios disponibles. Recomendamos que comparta esta información con los médicos para que analicen los estudios y determinen la indicación de la participación en algún estudio. (en inglés)
Para obtener información sobre los ensayos clínicos en Europa, póngase en contacto con: Clinicaltrialsregister.eu.
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Usted puede aprender más sobre esta enfermedad en los siguientes sitios en la red:
Las siguientes fuentes de información en inglés también pueden ser de utilidad:
Vea también nuestra página en inglés de NORD: Cohen-Gibson syndrome.
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